viernes, 1 de diciembre de 2023

Domingo 24 de Diciembre de 2023

 

“DIOS REALIZA SU PLAN DE SALVACIÓN”

 

PRIMERA LECTURA

2SAMUEL 7,1-5.8B-12.14A.16

 

“El reino de David durará por siempre en la presencia del Señor”

 

Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: "Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda." Natán respondió al rey: "Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo."

Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: "Ve y dile a mi siervo David: "Esto dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los ariscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombre jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El rey David, una vez consolidada la situación militar y política del pueblo, lleno de buena intención religiosa, quiere construir un Templo para el Arca de la Alianza, o sea, una casa para Dios, dando por finalizada la etapa de la inestabilidad y de las peregrinaciones.

Natán le anuncia de parte de Dios que no será él, David, quien regale una casa a Dios, sino Dios quien le asegura a David una casa y una descendencia duradera, que en primer término es su hijo Salomón, pero que se entendió siempre como un anuncio del rey mesiánico futuro. Dios que le ha ayudado hasta ahora en sus empresas, le seguirá ayudando a él y a sus sucesores. La palabra “casa” juega, así con su doble sentido de edificio material y de dinastía familiar. Son los planes de Dios, y no los nuestros, los que van conduciendo la marcha de la historia. Durante mucho tiempo la profecía de Natán sostuvo la esperanza de Israel en la llegada de un rey bueno. La realidad histórica, por el contrario, fue muy amarga, pues los reyes hicieron verdaderos atropellos y abusos para con el pueblo. La esperanza, sin embargo, se mantuvo, a pesar de todo.

 

SALMO RESPONSORIAL: 88

R./Cantaré eternamente tus misericordias, Señor.

 

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,

 anunciaré tu fidelidad por todas las edades.

Porque dije: "Tu misericordia es un edificio eterno,

más que el cielo has afianzado tu fidelidad." R.

 

Sellé una alianza con mi elegido,

jurando a David, mi siervo:

"Te fundaré un linaje perpetuo,

edificaré tu trono para todas las edades." R.

 

Él me invocará: "Tú eres mi padre,

mi Dios, mi Roca salvadora."

Le mantendré eternamente mi favor,

y mi alianza con él será estable. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Esta es una lamentación con ocasión de la derrota sufrida por la nación y por la humillación del rey, que parecen contradecir las promesas hechas a David y sus descendientes. Como parte de la historia de salvación, las vicisitudes del pueblo de Israel, hacen parte de nuestra propia historia y nos ayudan a comprender mejor los caminos de Dios.  

 

SEGUNDA LECTURA

ROMANOS 16,25-27

 

“El misterio, mantenido en secreto durante siglos, ahora se ha manifestado”

 

Hermanos: Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

En esta segunda lectura Pablo insiste a la comunidad de Roma en que la fe es la respuesta que da el creyente a la invitación de evangelio (Romanos 1,1), respuesta que compromete al hombre entero. Por eso la fe es concebida como una obediencia al llamado y seguimiento de Jesús. Ella implica, efectivamente, que el hombre acepte libremente comprometer su vida y su persona al Dios que se revela a él, como fiel y veraz y que renovando a la mujer y al hombre, les permite y posibilita obedecer  su voluntad (Romanos 6,15).  Si la contemplación del misterio revelado en Jesús no nos lleva a una acción solidaria a favor de los más desprotegidos y pobres del pueblo, tal vez estemos vaciando de contenido lo más específico de nuestra fe. La verdadera obediencia a Dios consiste en: Amar y servir al ser humano en su integralidad.

Tras el maravilloso mundo intuido por Pablo a lo largo de la carta a los Romanos no es de extrañar que termine en un canto de alabanza y gloria al autor de la salvación, Jesucristo el Señor. Como creemos en la fuerza de Dios por la muerte de Jesús, confesamos nuestra salvación y creemos que así es, que el camino del evangelio es algo alcanzable para todos los que creemos en su nombre. Este es el motivo hondo de nuestra alabanza. Tal vez esta sea la mejor manera de acercarse al misterio de Jesús entre nosotros.       

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 1,26-38

 

“Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo”

 

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María. El ángel, entrando en su presencia, dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo." Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél. El ángel le dijo: "No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le podrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin." Y María dijo al ángel: "¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?"

El ángel le contestó: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible." María contestó: "Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra." Y la dejó el ángel. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

En estos días de Adviento y como preparación para la Navidad, aparece la imagen maravillosa, de María, la madre de Jesús, como una persona clave para entender por donde transita el plan de Dios. En la disponibilidad de María, todos los creyentes encontramos un modelo de discipulado. El anuncio del ángel a María acontece a través de un diálogo, entre ella y un mensajero de Dios. A diferencia del anuncio al sacerdote Zacarías, que se da dentro del templo, con María se da fuera del templo, en la casa (verdadera comunidad), con una persona humilde, mujer, campesina, lejos de toda dignidad sacerdotal. María, una mujer joven, sin esposo, oriunda de Nazaret (un lugar pobre y para muchos lugar de los excluidos), es el medio elegido por Dios para la encarnación de su hijo, lo que significa que los pobres son los elegidos para realizar el proyecto liberador de Dios.

Las dudas y los temores de María son normales; ella podría caer en manos de los legalistas que la pueden apedrear por su embarazo antes del matrimonio; sin embargo, ella lo acepta y dice sí, está dispuesta a correr todos los riesgos. La respuesta incondicional de María la convierte en la discípula perfecta ya que sabe distinguir la voz de Dios, la escucha atentamente, la guarda en su corazón y la pone por obra. En este sentido participa plenamente del proyecto de la salvación. Hoy podríamos afirmar que celebrar la Navidad es comprometernos como María con el proyecto de Dios para la humanidad. La salvación y liberación de todos sin exclusiones ni divisiones.

Las palabras del Señor a María: “No tengas miedo….el Señor está contigo”, nos recuerdan que también Dios está con nosotros, que hacemos parte de su proyecto salvador;  por eso tú,  que quizás estás atravesando un duro momento en un hospital o clínica, enfrentando una difícil enfermedad o tal vez estás en la cárcel o tienes un familiar en ella, tienes problemas afectivos y emocionales, o estás desempleado y tienes muchas deudas, si quizás te sientes solo o sola; ¡Ánimo!, Dios está contigo, no temas, Él tiene grandes planes para ti y los tuyos en esta Navidad.  La bendición y la obra misericordiosa de Dios sucede en los sencillos como María, en los débiles y pobres como tú y yo; no temas, Dios no nos abandona, Dios siempre está con nosotros.    

    

ORACIÓN

Señor en este último día de Adviento, nos llenamos de gozo porque podemos celebrar en un sentido diferente tu Presencia en el mundo, en nuestras vidas. Si, ese Niño que nacerá humildemente en una pesebrera nos enseña que al igual que su madre y su padre adoptivo, es desde lo sencillo donde Él se manifiesta, no en los grandes templos de concreto, sino desde el primer templo de carne y hueso, el vientre de María y en el corazón de quienes te dejamos habitar. Gracias Señor porque, aun sin merecerlo, nos vas revelando el sentido del  cumplimiento de la promesa del Padre. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de  Fernando Rodríguez en su cumpleaños. Amén.

“Lo esencial de la Navidad no nos lo han quitado ni nos lo pueden quitar: es Cristo, portador de toda la fidelidad y la misericordia de Dios”

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