domingo, 1 de junio de 2025

JUNIO 2025

 "VIVIENDO LA GRACIA DE PENTECOSTÉS"

 

Después de haber iniciado un tiempo fuerte en la liturgia de la iglesia a partir del Miércoles de Ceniza, nos aproximamos al final con la fiesta de Pentecostés;  en total noventa días de preparación y celebración de Jesús como centro, artífice, Señor y triunfador sobre la muerte. La fiesta de Pentecostés celebra la llegada del Espíritu Santo sobre la pequeña comunidad de mujeres y de hombres en ambiente de oración para ser enviados a la misión. Aquí se desprende una clave o trípode muy importante en la Iglesia naciente. Acción del resucitado, que es lo mismo que acción del Espíritu Santo, equivaldría a decir: ORACIÓN- COMUNIDAD Y MISIÓN.  El mismo Espíritu va haciendo tomar conciencia a la comunidad de la presencia del Resucitado. En medio de ellos y ellas, de tal manera se ha despertado el sentido de gratitud y alabanza de ésta hacia Él, que lo experimentan vivo, que está con ellos(as) y su bendición les acompaña.

La vida del Espíritu que empieza a embargar el seno de la vida comunitaria hace que comience a nacer la mujer y el hombre nuevo; nuevos en la manera de pensar, sentir, hablar, ver el mundo, es decir nueva visión, nuevos proyectos, al estilo o con los ojos del Resucitado, que llevan al creyente o discípulo(a) a desarrollar o construir un estilo de vida diferente. Como hemos conversado en otras oportunidades, hablar de Pentecostés, es hablar de dinámica o fuerza que produce el Espíritu en la vida del creyente. El Espíritu pone a la mujer y al hombre en una continua actividad y revolución en:

 

Ø  Amor, Fraternidad y solidaridad

Ø  Necesidad de perdón y reconciliación

Ø  Sentimientos de generosidad y compartir

Ø  Enamoramiento de la Palabra y la oración

Ø  Seguimiento o discipulado de Jesús resucitado

Ø  Servicio o vida misionera de la comunidad

Ø  Vida fraterna y solidaria con los demás miembros de la comunidad

Ø  Relaciones fraternas y abiertas a los diferentes pensamientos, culturas y espiritualidades, es decir abiertos a la inclusión (Casa Abierta)

En un tiempo difícil por el que atravesamos; marcado por tanta inseguridad, violencia, injusticia, desempleo, miseria, corrupción, polarización,  todas estas situaciones a veces nos paralizan y nos llena de miedo, desaliento y desesperanza. Pero el Crucificado que es el mismo Resucitado, sigue irrumpiendo en nuestro interior, traspasa las puertas de nuestro corazón y con su Espíritu ilumina nuestro entendimiento para que comprendamos que no nos ha abandonado; que está aquí presente con nosotros. Jesús lo ha prometido, Él lo ha asegurado que no nos dejaría solos (as); que el Espíritu Santo de Dios nos asistiría para que se cumpla todo lo anunciado, que ese mismo Espíritu todo lo crea y lo hace nuevo. Que sopló sobre los discípulos (as) y hoy lo hace sobre nosotros (as) para renovar la creación por su entrega amorosa en la cruz.

 

“SIGAMOS VIVIENDO EN PENTECOSTÉS LA DINÁMICA DEL PRIMER AMOR “

 

PROMESA BIBLICA DEL MES

“Y todos quedaron llenos del Espíritu Santo”

Hechos 2,4

 

 

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Señor, deseo comenzar el día en tu presencia. Decirte que te siento en cada manifestación de la naturaleza, en el techo que me resguarda, en mis seres queridos, en el agua que limpia y sacia mi sed, en el alimento diario, en la mano que se extiende para servir, en la necesidad que tengo de Ti  y en la certeza que me da tu Espíritu Santo de tu bello amor, ese que me das aún sin merecerlo,  que me puede llenar de esperanza y me lleva a buscarte cada día, en cada circunstancia, en cada encuentro comunitario, porque me siento tu criatura, oveja de tu rebaño, tu discípulo(a). Ayúdame a tomar decisiones apropiadas para seguir desarrollando mi proyecto de vida en Ti; que todo lo que haga esté bajo la luz de tu Espíritu.  Gracias porque existe la esperanza de un cambio personal y social si me dispongo a adherirme más a la acción de Tu Ser.

Gracias por el padre de la tierra que me regalaste,  clamo por su salud física y espiritual; que los padres de estas nuevas generaciones anhelen parecerse más a Ti para ser ejemplo de sus renuevos. Pongo en tus manos todas mis decisiones y las decisiones de todos los que me rodean, que sean siempre cimentadas y  guiadas por ti, enviamos y bendecimos muy especialmente a todos los que buscan nuevas oportunidades en otros lugares que tu mano, tu manto y tu Espíritu siempre les cobije. Me voy a mis quehaceres, seguro(a) de tu compañía y protección. Amén  

 

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Señor, ya en la quietud de esta noche deseo volver a tu presencia para darte infinitas gracias por el día, las vivencias positivas o negativas propias de la existencia. Te entrego a cada miembro de mi familia y amigos(as) que ya se encuentran descansando o terminando su jornada, gracias por protegernos de todo mal y por la fuerza que nos da tu Espíritu para sobre llevar las cargas del día.

Precioso Maestro, sé que continúas trabajando con martillo en mano y mucho fuego para restaurar mi ser, darme más discernimiento, confianza y esperanza para no desfallecer y ser cada vez mejor persona, atenta a las necesidades de mi prójimo y que se disponga a luchar por una sociedad  más justa y solidaria, desde tu propuesta de amor y respeto por la vida.

Recibo este momento de paz al estar contigo, y como dice el salmista: me acuesto en paz y a punto me duermo porque solo Tú, Señor, me da seguridad (Salmo 4). Bendito eres Tú ahora y por siempre. Amén  

 

 

CUMPLEAÑOS JUNIO

2. Humberto González

4. Gladys Lancheros

5. Rosa Martínez

7. Paulina Zambrano

8. Mariana Acevedo y Aurita Solís

10. Mauricio Franco y Nohora Guevara

13. Lucero González,  Rosa Duarte y Mary Rodríguez

14. Arturo Díaz

16. María del Carmen Vargas

18. Teresa Riaño y Giovanny Táutiva

22. Blanca Pérez

23. Elida Acevedo, Obdulio Franco y María Garzón

24. Nubia Ochoa

28. Yolanda Mateus

29. Juan Esteban Henao

 

Domingo 01 de Junio de 2025

 

Ascensión del Señor

 

“ANTES DE SUBIR AL PADRE, JESÚS NOS CONFÍA LA MISIÓN”

 

PRIMERA LECTURA

HECHOS DE APÓSTOLES 1,1-11

 

“Lo vieron levantarse”

 

En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos, les recomendó: "No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo." Ellos lo rodearon preguntándole: "Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?" Jesús contestó: "No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo." Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: "Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Lucas ha escrito dos libros: un evangelio y los Hechos de los apóstoles. En Hch 1,1-2 Lucas retoma la referencia a Teófilo que hizo al comienzo de su Evangelio (“oh ilustre Teófilo” Lc 1,3). «Teó–filo» significa “amigo de Dios”. El hecho de agregarlo aquí, después de separarse su obra en dos, refuerza la idea que Teófilo es una designación simbólica general, todos los que leemos estos libros somos Teó-filos, amigos, buscadores de Dios. Su evangelio termina con «Jesús llevado al cielo» (Lc 24,51) en cambio Hechos comienza con el relato de «Jesús yéndose al cielo» (Hch 1,6-11). En el evangelio se presenta a Jesús con su cuerpo, en Hechos ya no está corporalmente, actúa por medio de su Espíritu.

Miremos en este relato de la Ascensión del Señor tiene objetivo fundamental  trazar los rasgos específicos de la esperanza cristiana. Jesús, nuevo Elías, asciende a los cielos y este hecho no significa el fin de la historia deseado por los discípulos según se refleja en su pregunta: «¿Es ahora cuando vas a restaurar el reino para Israel?» (v.6). Se trata por el contrario, del tiempo del testimonio que prepara ese final. Lucas  en el texto resume la enseñanza de Cristo Resucitado, en sus apariciones a los discípulos, como una predicación sobre el Reino de Dios. Recordamos bien que el inicio de su ministerio público fue un anuncio similar: "El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio" (Marcos 1,15). Aprendemos de aquí que en la Resurrección del Señor se da como un nuevo comienzo. El proyecto de Jesucristo no ha cambiado. Ni siquiera la muerte lo ha cambiado. Torturarlo, abandonarlo, crucificarlo, llevarlo a la muerte y depositarlo en el sepulcro... nada de ello fue capaz de romper la obediencia de amor de Cristo hacia su Padre. Una vez levantado de entre los muertos, no tiene un nuevo proyecto sino el mismo de siempre: que el nombre de Dios sea glorificado, que su voluntad sea escuchada y obedecida; en resumen: ¡que venga el Reino de Dios, que Dios reine! Tampoco los discípulos han cambiado mucho en sus proyectos propios. Siguen esperando una gran victoria política y  militar. Por eso preguntan si ha llegado el tiempo de restaurar el reino "de Israel." Jesús les habla del reino "de Dios" pero ellos quieren oír del reinado "de Israel." Su inteligencia tiene un límite, que es el límite de sus intereses. Por eso Jesús les anuncia no una nueva predicación, que ya les ha predicado bastante, sino un nuevo amor. Eso será la efusión del Espíritu Santo, cuya fiesta estamos prontos a celebrar, el próximo Domingo: será un nuevo amor. Con un nuevo corazón palpitando en nuestro pecho habrá también nuevas razones, las razones de Dios, que podrán entrar a nuestra mente y un nuevo Espíritu que nos refresca y nos cambia.

 

SALMO RESPONSORIAL: 46

R. / Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas

 

Pueblos todos batid palmas,

aclamad a Dios con gritos de júbilo;

porque el Señor es sublime y terrible,

emperador de toda la tierra. R.

 

Dios asciende entre aclamaciones;

el Señor, al son de trompetas;

tocad para Dios, tocad,

tocad para nuestro Rey, tocad. R.

 

Porque Dios es el rey del mundo;

tocad con maestría.

Dios reina sobre las naciones,

Dios se sienta en su trono sagrado. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo es un canto de aclamación a la realeza de Dios, Señor del universo y Señor de la historia. El Nuevo Testamento da sentido más pleno al Carácter universal de la realeza de Dios. El Reino de Dios sobre todas las naciones se realiza por medio del anuncio del evangelio a todos los pueblos

 

SEGUNDA LECTURA

EFESIOS 1,17-23

 

“Lo sentó a su derecha en el cielo”

 

Hermanos: Que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de la gloria, os dé espíritu de sabiduría y revelación para conocerlo. Ilumine los ojos de vuestro corazón, para que comprendáis cuál es la esperanza a la que os llama, cuál la riqueza de gloria que da en herencia a los santos, y cuál la extraordinaria grandeza de su poder para nosotros, los que creemos, según la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándolo de entre los muertos y sentándolo a su derecha en el cielo, por encima de todo principado, potestad, fuerza y dominación, y por encima de todo nombre conocido, no sólo en este mundo, sino en el futuro. Y todo lo puso bajo sus pies, y lo dio a la Iglesia como cabeza, sobre todo. Ella es su cuerpo, plenitud del que lo acaba todo en todos. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El misterio del resucitado se expresa de muchas maneras en el Nuevo Testamento: está vivo, se ha despertado, se ha levantado... En la Carta a los Efesios que leemos hoy vemos un ejemplo de estas manifestaciones: Pablo hace un claro énfasis en la glorificación de Jesús a la derecha del Padre. Y es a partir de esa glorificación como nosotros(as) sus discípulos(as), recibiremos la fuerza del Espíritu Santo, espíritu de sabiduría y de revelación, para conocerle perfectamente y conocer así su voluntad, asumiendo por completo el desafío de continuar su tarea a favor del Reino.

San Pablo también descubre el secreto de los proyectos de Dios y encuentra a Cristo como en la cima de todos los ideales de Dios. Todo fue creado por Él y para Él. Toda creatura, así sea el hombre más inteligente, es creatura. No tiene razón de ser si no es orientándose hacia aquel por quien fueron hechas todas las cosas y para el cual son todas las cosas; también se habla del Cristo que planifica todo, en todo. Así como un rayo de luz, cuando se quisiera separar del foco, se convierte en tinieblas, el hombre, la creatura, el sol, la estrella, todo cuanto existe, si se separa de esa plenitud que le da el ser, queda vacío. El hombre es un absurdo, cuando no se orienta hacia Dios. Cristo aparece hoy como la clave de toda la historia, como fuente de la trascendencia.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 24, 46-53

 

“Mientras los bendecía, iba subiendo al cielo”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día y en su nombre se predicará la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto. Yo os enviaré lo que mi Padre ha prometido; vosotros quedaos en la ciudad, hasta que os revistáis de la fuerza de lo alto." Después los sacó hacia Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y mientras los bendecía se separó de ellos, subiendo hacia el cielo. Ellos se postraron ante él y se volvieron a Jerusalén con gran alegría; y estaban siempre en el templo bendiciendo a Dios. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El cielo no es un lugar al que vamos sino una situación en la que seremos transformados si vivimos en el amor y en la gracia de Dios.  El cielo de la fe es Dios mismo de quien las Escrituras dicen: "Habita en una luz inaccesible" (1 Tim 6,16). Del mismo modo, la subida de Cristo al cielo no es igual a la subida de nuestras naves espaciales; la subida de Cristo al cielo es también un pasar, pero del tiempo a la eternidad, de lo visible a lo invisible, de la inminencia a la transcendencia, de la opacidad del mundo a la luz divina, de los seres humanos a Dios. Con su ascensión al cielo Cristo fue por consiguiente entronizado en la esfera divina;  ha vencido la muerte y el pecado para ser ahora  «glorificado» por Dios y ha entrado en la gloria del Padre,  penetrando en un mundo que escapa a nuestras posibilidades. Nadie sube hasta allí si no ha sido elevado por Dios (Lc 24,51; Hch 1,9). El vive ahora con Dios, en la absoluta perfección, presencia, amor, gloria, luz, felicidad, una vez alcanzada la meta que toda la creación está llamada a lograr.

En  la 1ra lectura y el evangelio, que leemos hoy se nos relata una escena de ascensión visible y de ocultamiento, Era una forma narrativa de la época para realzar el fin glorioso de un gran hombre. La ascensión se describe en términos de nubes y oscuridad para caracterizar su luminosidad y transcendencia. Recordemos como el Antiguo Testamento cuenta el arrebato de Elías  descrito por su discípulo Eliseo (2 Re 2, 1-18) y el de  Henoc (Gen 5, 24), Dios los recibió y los colocó ante su rostro para siempre. Desapareció la oscuridad de la tierra y se hizo la luz. El pueblo asistió a todo pero no entendió cómo había sido arrebatado, alabaron a Dios y volvieron a casa los que tales cosas habían presenciado. Pero Jesús era mucho mayor que todos ellos pues era el mismo Hijo de Dios que retornaba al lugar del que había venido.  Queda así claro que con su subida al cielo la historia de Jesús alcanzó su plena perfección; con la ascensión los discípulos comprenden la dimensión y profundidad del acontecimiento.

Y con lo cual el tiempo que ahora se inaugura  es el tiempo de la misión, se inicia el tránsito entre el “tiempo de Jesús” y el “tiempo de la Iglesia”, inaugurada con el Espíritu Santo, prometido por Jesús. Al recibir el Espíritu Santo la comunidad de los  discípulos queda configurada en la ascensión como la comunidad profética     que asume en sí la misión de continuar el trabajo empezado por Jesús, de manifestar el Reino del Padre. Contamos nosotros hoy también con la bendición de Señor, Él extiende su mano sobre nosotros y derrama su Espíritu, para que nos cubra, nos llene y nos fortalezca, y nos corresponde ahora a nosotros, volver a nuestro lugar de vida, de trabajo, nuestra realidad, llenos de alegría, para continuar la misión, para ser testigos de Jesús, anunciar y vivir su Palabra, dar signos concretos de que Él está vivo y es Señor del Universo,  para compartir con otros la experiencia de su encuentro, para también trascender hacia Dios  y para ser creyentes de bendición y alabanza.

 

ORACIÓN

Señor,  que la cotidianidad no  nos haga olvidar que estamos llamados(as) a contemplar la presencia del Resucitado glorioso en nuestras vidas y realidades, que estamos  llamados a trascender y al compromiso de hacer que este mundo se parezca más a tu Reino. Llénanos de tu Espíritu y ayúdanos a estar cada vez más comprometidos, cada vez  más sintonizados contigo, con tu voluntad, para salir a cumplir la misión,  sobre todo con los más pobres y necesitados Amén.

 

“Jesús asciende al cielo abriendo un camino para nosotros, para que vayamos a su casa, para que entremos en comunión y participemos plenamente de lo que Él es, de como Él vive y de la felicidad que Él tiene”

 


Lunes 02 de Junio de 2025

 

“TENGAMOS PAZ EN JESÚS: ÉL HA VENCIDO EL MUNDO”

 

PRIMERA LECTURA

HECHOS DE APÓSTOLES 19,1-8

 

“¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?”

 

Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la meseta y llegó a Éfeso. Allí encontró unos discípulos y les preguntó: "¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?" Contestaron: "Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo." Pablo les volvió a preguntar: "Entonces, ¿qué bautismo habéis recibido?" Respondieron: "El bautismo de Juan." Pablo les dijo: "El bautismo de Juan era signo de conversión, y él decía al pueblo que creyesen en el que iba a venir después, es decir, en Jesús." Al oír esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús; cuando Pablo les impuso las manos, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en lenguas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres. Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses habló en público del reino de Dios, tratando de persuadirlos.  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Pablo llega a Éfeso, en su tercer viaje misionero. Éfeso era una de las ciudades más importantes  de la época. Allí estuvo más de dos años, fundando una comunidad a la que luego le escribiría una de sus cartas. En Éfeso, como siempre, primero predica a los judíos, en la sinagoga. De los diversos episodios que Lucas cuenta de esta estancia de Pablo en Éfeso, hoy escuchamos algo extraño: se  encuentra con unos doce hombres que eran creyentes, pero que sólo han recibido el bautismo de Juan Bautista y no conocen al Espíritu Santo. Probablemente se cuenta este caso para dar a entender lo que tendrían que hacer otros que están en las mismas circunstancias, como discípulos del Bautista. Pablo les instruye amablemente sobre la relación entre el bautismo de Juan y la fe en Jesús. Estos doce aceptan la fe, son bautizados de nuevo, esta vez en el nombre de Jesús y reciben el Espíritu con la imposición de manos de Pablo.  El Espíritu suscita en ellos el carisma de las lenguas y de la profecía. 

 

SALMO RESPONSORIAL: 67

R. / Reyes de la tierra, cantad a Dios.

 

Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos,

huyen de su presencia los que lo odian;

como el humo se disipa, se disipan ellos;

como se derrite la cera ante el fuego,

así perecen los impíos ante Dios. R.

 

En cambio, los justos se alegran,

gozan en la presencia de Dios,

rebosando de alegría.

Cantad a Dios, tocad en su honor,

su nombre es el Señor. R.

 

Padre de huérfanos, protector de viudas,

 Dios vive en su santa morada.

Dios prepara casa a los desvalidos,

libera a los cautivos y los enriquece. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo es un canto recitado en la liturgia de Jerusalén, en el que se hace reminiscencia de los grandes momentos de la historia sagrada. La comunidad alaba  a Dios por su constante amor. Todos los pueblos pueden reconocer la grandeza del Dios de Israel. La historia de liberación tiene su culminación en la  historia de Jesús y de la Iglesia. La invitación a unirse al pueblo de Dios en su acción de gracias se hace aún más universal.  

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 16,29-33

 

“Tened valor: yo he vencido al mundo”

 

En aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: "Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios." Les contestó Jesús: "¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

La comunidad ha intuido el saber profético de Jesús. Ella, dice entender a cabalidad, lo que el maestro de Nazaret les ha comunicado; pero más que una realidad palpable, es un desafío. De hecho, llegado el momento crucial (la hora) se pondrá en evidencia el creer discipular, inmaduro, insuficiente, cuando abandonan a Jesús a costa de la propia seguridad. Sin embargo, dicha fe incipiente será fundamental para la configuración de la fe postpascual. La palabra de Jesús es firme: “tengan valor: yo he vencido al mundo”. La unión de la  ética de Jesús con Dios, desquicia y deslegitima los poderes de todo sistema político y religioso, asesino y corrupto. Creer en el enviado del Padre, pasa por compartir su misión y destino; esta convicción, hoy, nos invita a la lucidez. Principio de realidad: el miedo ante el peligro de muerte suele ser más fuerte que la fe. El aprendizaje al que estamos invitados es a cultivar sentido del peligro, una fe inteligente y la capacidad de vivir resilientemente,  la capacidad para superar la adversidad.


 ORACIÓN

Amado Dios, llévanos a tener siempre presente que la presencia de tu Espíritu no nos aparta de las dificultades de la vida, sino que nos capacita para vencer el mundo, para no temer, mantener la paz y permanecer firmes aun cuando todo parezca oscuro. También a entender que somos obra de tu Espíritu y que si lo permitimos Él nos guía y conduce por los caminos del Evangelio. Amén

 

“Cristo venció al mundo y quienes estamos unidos a Él encontramos paz y la victoria sobre el mundo”

Martes 03 de Junio de 2025

 

“LA VIDA ETERNA CONSISTE EN CONOCER A DIOS”

 

PRIMERA LECTURA

HECHOS 20,17-27

 

“Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús”

 

En aquellos días, desde Mileto, mandó Pablo llamar a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso. Cuando se presentaron, les dijo: "Vosotros sabéis que todo el tiempo que he estado aquí, desde el día que por primera vez puse pie en Asia, he servido al Señor con toda humildad, en las penas y pruebas que me han procurado las maquinaciones de los judíos. Sabéis que no he ahorrado medio alguno, que os he predicado y enseñado en público y en privado, insistiendo a judíos y griegos a que se conviertan a Dios y crean en nuestro Señor Jesús. Y ahora me dirijo a Jerusalén, forzado por el Espíritu.

No sé lo que me espera allí, sólo sé que el Espíritu Santo, de ciudad en ciudad, me asegura que me aguardan cárceles y luchas. Pero a mí no me importa la vida; lo que me importa es completar mi carrera, y cumplir el encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios. He pasado por aquí predicando el reino, y ahora sé que ninguno de vosotros me volverá a ver. Por eso declaro hoy que no soy responsable de la suerte de nadie: nunca me he reservado nada; os he anunciado enteramente el plan de Dios." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Durante todo este período de Pascua hemos venido siguiendo el desarrollo de la iglesia, en medio de ires y venires, de triunfos y fracasos, hemos descubierto que Dios está  presente en la historia humana. Pues bien, durante hoy y mañana escucharemos el discurso de despedida de Pablo ante los responsables de las comunidades cercanas a Efeso. Como en todo discurso de despedida, encontramos aquí una mirada al pasado, otra, al presente y una final al futuro de la comunidad.  Pablo ante todo, hace un resumen global de su ministerio, en el que se presenta a sí mismo como modelo de  apóstol y de responsable de comunidad. Ahora Pablo se dirige a Jerusalén, “forzado por el Espíritu”. Y de nuevo es admirable su actitud y disponibilidad: “no sé lo que me espera allí”, aunque si estoy seguro que me aguardan cárceles y luchas”. Y sin embargo va con confianza: “no me importa la vida: lo que me importa es completar mi carrera y cumplir el en encargo que me dio el Señor Jesús: ser testigo del Evangelio, que es la gracia de Dios”.

 

SALMO RESPONSORIAL: 67

R.  / Reyes de la tierra, cantad a Dios.

 

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa,

aliviaste la tierra extenuada;

y tu rebaño habitó en la tierra

que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R.

 

Bendito el Señor cada día,

Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.

Nuestro Dios es un Dios que salva,

el Señor Dios nos hace escapar de la muerte. R.

 

OREMOS CON EL SALMO   

Este salmo es una alabanza continua. Tiene una expresión rotunda y profunda de lo que Dios es, así como de plena confianza en Él. La persona que está en Dios no solamente necesita  orar sino expresar intensamente su gratitud a Él.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

JUAN 17,1-11a

 

“Padre, glorifica a tu Hijo”

 

En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, dijo: "Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a los que le confiaste. Ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo. Yo te he glorificado sobre la tierra, he coronado la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame cerca de ti, con la gloria que yo tenía cerca de ti, antes que el mundo existiese.

He manifestado tu nombre a los hombres que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por éstos que tú me diste, y son tuyos. Sí, todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti."  Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Para concluir su “Testamento de despedida” Jesús ora al Padre ante la comunidad discipular, con la confianza de quien se siente escuchado. Esta profunda oración, que la comunidad de Juan pone en boca de Jesús inmediatamente antes de la pasión, es una densa afirmación de la identificación de Jesús con el Padre: Él es el Dios humanado; y tan humano como Jesús, Dios. Lo capital para la comunidad, ayer y hoy, es cultivar una actitud constante y una experiencia honda de paz y esperanza, que permita la consecución del proyecto de Dios para la humanidad. La fe no es un antídoto para las inseguridades y dudas de la existencia, sino una apuesta por lo esencial: la relación con Dios y su alianza que nos sostiene. La plegaria de Jesús sigue siendo actual y actuante: como Iglesia, nos sitúa en el “mundo” para que en él encarnemos la esperanza que asume la desesperanza eliminando la apatía y la resignación; abriéndonos paso para transformar la realidad deshumanizada.

¿Nos anima en algún sentido en nuestras propias luchas la oración de Jesús por sus discípulos? 

 

ORACIÓN

Señor, Tú nos envías a la misión, a transmitir la Buena Nueva de muchas maneras, incluso de algunas que no entendemos, te pedimos prepáranos, fortalécenos, acompáñanos, guíanos, para actuar conforme a tu voluntad. Que la buena obra que un día empezaste con nosotros, llegue a buen fin, a pesar de los obstáculos y adversidades. Amén  

 

 

“Dios bendice a todo obrero que hace su trabajo responsablemente y con amor”