martes, 1 de abril de 2025

Domingo 13 de Abril de 2025

 

Domingo de Ramos

 

LA PASIÓN DEL SEÑOR: EL HECHO MAS GRANDE DE DRAMA Y AMOR

 

El tema central de las lecturas del Domingo de Ramos, como vamos a ver, es el del Mesianismo. Éste tiene varias etapas en la Biblia. «Mesías» significa ungido, siervo, enviado, pero en sí, la idea más profunda de «Mesías» que el pueblo de Israel asumió es la espera de la aparición salvadora de un líder carismático descendiente de David que habría de instaurar definitivamente en la tierra «el derecho y la justicia».

 

PRIMERA LECTURA

ISAÍAS 50, 4-7

 

“No me tapé el rostro ante los ultrajes, sabiendo que no quedaría defraudado”

 

Mi Señor me ha dado una lengua de iniciado, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me espabila el oído, para que escuche como los iniciados. El Señor me abrió el oído. Y yo no resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me apaleaban, las mejillas a los que mesaban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como pedernal, sabiendo que no quedaría defraudado.  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

 

En el Antiguo Testamento es Isaías el profeta quien más profetiza y anuncia la llegada del Mesías de Dios. Mesías que él entiende como el Siervo de Yavé que llega. El Mesías es para el profeta la gran realidad de Dios viviendo con nosotros, la realidad del gran restaurador que libera de la esclavitud, de la gran violencia, de la gran miseria (pobreza extrema y masiva diríamos actualmente) a la que ha sido condenado el pueblo de Dios  y los muchos pueblos de Dios. El Mesías, en su calidad de Ungido de Yavé, no es sino su enviado, su representante, el encargado de promulgar sus designios.

 

La idea del Mesías y de los tiempos mesiánicos estaba fundada en la esperanza de que Dios cumpliera plenamente las promesas hechas al pueblo elegido, a la nación que se creía a sí misma la elegida por Dios. La llegada del «Mesías» es la instauración del reinado de Dios en la historia y en el tiempo, y es allí donde, según la concepción judía (según,  un pensamiento muy humano, no según una revelación divina), Israel se vengaría de los «paganos» (la mayor parte de ellos tan religiosos como los propios israelitas), de los no judíos.

La idea mesiánica del Antiguo Testamento está basada en la fuerza político-militar de un enviado del Dios de Israel para dominar a todas las naciones de la tierra y hacer que Israel se convierta en una nación fuerte y poderosa capaz de someter a todos los pueblos que no tienen a Yavé por Dios. Como se ve, un mesianismo muy humanamente comprensible...

En tiempo del Nuevo Testamento, gobernado el mundo de entonces por Roma con toda su fuerza, riqueza y pretensiones, también hay grupos mayoritarios que esperan la llegada definitiva del Mesías que los liberará del domino explotador romano. Todos esperaban entonces la intervención de Dios en la historia a través de un líder que fuera capaz de derrocar el poder imperial y hacer de Jerusalén la gran capital de Israel.

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 21

R. / Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

 

Al verme, se burlan de mí,

hacen visajes, menean la cabeza:

"Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;

que lo libre, si tanto lo quiere." R.

 

Me acorrala una jauría de mastines,

me cerca una banda de malhechores;

me taladran las manos y los pies,

puedo contar mis huesos. R.

 

Se reparten mi ropa,

echan a suertes mi túnica.

Pero tú, Señor, no te quedes lejos;

fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. R.

 

Contaré tu fama a mis hermanos,

en medio de la asamblea te alabaré.

Fieles del Señor, alabadlo;

linaje de Jacob, glorificadlo;

temedlo, linaje de Israel. R.

 

 

OREMOS CON EL SALMO

 

Este es un Canto a  Dios por la bondad que ha tenido con el pueblo y con el salmista en particular. En medio de la fragilidad del ser humano se revela la grandeza del amor de Dios. Al asumir Jesucristo nuestra propia fragilidad, nos permite participar con El de la misma herencia y nos revela la inmensidad del amor de Dios.

 

SEGUNDA LECTURA

FILIPENSES 2, 6-11

 

“Se rebajó, por eso Dios lo levantó sobre todo”

 

Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz.

 

Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre"; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

Pablo, en este hermoso himno a la comunidad de Filipos, presenta la experiencia de humillación sufrida por Cristo, quien ha asumido la realidad humana con todas sus consecuencias. Su muerte, la peor de aquel tiempo, es signo de lo significa una vida confiada a las manos del Padre Dios y no a la propia suerte o majestad. Ese camino conduce a Jesús y al cristiano  a exaltación y a la gloria de Dios. Contemplar a Jesús, según este texto, es acoger   su actitud de humildad extrema, que lo llevo a rebajarse por amor a nosotros.

 

 LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 22, 14-23. 56

 

Pasión del Señor

 

“Hagan esto en memoria mía”

 

REFLEXIÓN

Leemos hoy el relato de la Pasión del Señor según Lucas. Lucas, como es sabido, es considerado el evangelista de la misericordia, del amor infinito de Dios que se ha manifestado en Jesucristo. Ninguno de los evangelistas ha percibido como él la sensibilidad del amor del Padre, que se deja sentir de manera especial entre los pobres, entre los que sufren, entre los marginados. No es difícil constatar en el evangelio de Lucas la preocupación de Jesús por los débiles, las viudas, los huérfanos, las mujeres, los pecadores....Este mismo interés se manifiesta en la narración de los acontecimientos de la Pasión del Señor. En primer lugar, porque todo este relato está sustentado por un conocimiento del alma de Jesús, cuya intimidad nos es revelada por el evangelista cuando nos deja ver su estrecha relación con el Abba (Padre)  misericordioso, en los momentos de oración (Lc 22,42); o cuando su Padre le da valor en medio del sufrimiento (Lc 22,43).

En segundo lugar, la cruz aparece en este relato de la Pasión como un verdadero sacramento del amor divino: la revelación de la misericordia en medio del sufrimiento. Lucas no pone la atención en los aspectos negativos y crueles de esta situación. En su narración se omiten recuerdos o referencias que aparecen en los otros evangelistas como la flagelación o la coronación de espinas que sirven para inculpar a los que llevaron a Jesús a la muerte. Lucas nos quiere hacer descubrir el amor del Padre hacia su Hijo y hacia todos los seres humanos, aún en esta situación de dolor. Jesús no aparece abandonado en el Calvario: está acompañado de amigos y conocidos (Lc 23,49) y reemplaza el grito del Salmo 21 de Mateo por la manifestación ilimitada de confianza del Salmo 30,6: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

A la luz de todo esto es comprensible el papel que desempeña en este relato de la Pasión la actitud del perdón, sólo explicable desde el misterio de la misericordia. En definitiva todo el mundo queda limpio y se insiste en hechos positivos, sólo explicables desde la virtud reconciliadora del sufrimiento de Jesús o desde su actitud de perdón: el caso de Pilato (Lc 23,4.13-15.20-22); el del agresor a quien Pedro cortó una oreja y que es sanado por Jesús (Lc 22,51); el de Pedro (Lc 22,61); el de todos los judíos (Lc 23,34). Sólo en Lucas Jesús se dirige con palabras consoladoras a las mujeres que de lejos los siguen. Para Jesús, en todo el evangelio de Lucas, las mujeres hacen parte del discipulado y merecen un trato respetuoso. Ahora, camino del Calvario, la fidelidad de las mujeres a su maestro es reconocida por el Señor.

La Pasión y la muerte de Jesús son una verdadera revelación: la manifestación de la misericordia del Padre. Lucas concibió el relato de la Pasión como una contemplación de Jesús. Por eso este relato es una invitación al lector  a aproximarse a Jesús, a seguirlo, a llevar con él la cruz de cada día (9,23). En la palabra que dirige en la cruz al malhechor arrepentido, ese ‘hoy’ nos remonta a Lc 4,21 cuando en la sinagoga de Nazaret, Jesús declara que “hoy se ha cumplido” el pasaje de Is 61,1-2 que acababa de leer. El tiempo se ha cumplido y él, que ha venido para anunciar la libertad a los cautivos y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos y para proclamar el año de gracia del Señor” ha cumplido su misión, porque va a morir colgado de la cruz, pero seguirá viviendo en medio de nosotros.

 

ORACIÒN

Señor que al recordar la revelación de tu pasión se abran nuestros oídos para que como comunidad escuchemos la palabra que se nos dirige, haciéndonos capaces de generar vida y justicia en toda circunstancia. También para hacer del mensaje de la cruz no tanto una devoción sino un compromiso como discípulos(as) misioneros(as) en favor de los perseguidos y silenciados por causa de la justicia. Amén 

 

El participar del misterio de tu pasión, nos debe conducir a abrir el corazón para generar vida y justicia para nuestro semejantes


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