viernes, 1 de marzo de 2024

Viernes 01 de Marzo de 2024

 

“NO PERDAMOS LOS SUEÑOS”

 

PRIMERA LECTURA

GÉNESIS 37,3-28

 

“Ahí viene el de los sueños, vamos a matarlo ”

 

José era el preferido de Israel, porque le había nacido en la vejez, y le hizo una túnica con mangas. Al ver sus hermanos que su padre lo prefería a los demás, empezaron a odiarlo y le negaban el saludo. Sus hermanos trashumaron a Siquén con los rebaños de su padre. Israel dijo a José: "Tus hermanos deben estar con los rebaños en Siquén; ven, que te voy a mandar donde están ellos." José fue tras sus hermanos y los encontró en Dotán. Ellos lo vieron desde lejos. Antes de que se acercara, maquinaron su muerte. Se decían unos a otros: "Ahí viene el de los sueños. Vamos a matarlo y a echarlo en un aljibe; luego diremos que una fiera lo ha devorado; veremos en qué paran sus sueños." Oyó esto Rubén, e intentando salvarlo de sus manos, dijo: "No le quitemos la vida." Y añadió: "No derraméis sangre; echadlo en este aljibe, aquí en la estepa; pero no pongáis las manos en él." Lo decía para librarlo de sus manos y devolverlo a su padre. Cuando llegó José al lugar donde estaban sus hermanos, lo sujetaron, le quitaron la túnica con mangas, lo cogieron y lo echaron en un pozo vacío, sin agua. Y se sentaron a comer. Levantando la vista, vieron una caravana de ismaelitas que transportaban en camellos goma, bálsamo y resina de Galaad a Egipto. Judá propuso a sus hermanos: "¿Qué sacaremos con matar a nuestro hermano y con tapar su sangre? Vamos a venderlo a los ismaelitas y no pondremos nuestras manos en él, que al fin es hermano nuestro y carne nuestra." Los hermanos aceptaron. Al pasar unos comerciantes madianitas, tiraron de su hermano, lo sacaron del pozo y se lo vendieron a los ismaelitas por veinte monedas. Éstos se llevaron a José a Egipto. Palabra del Señor

 

REFLEXIÓN

Las dos lecturas de hoy, nos presentan un cuadro triste, el cuadro de la envidia. Los hermanos de José, hijos de Jacob, como él, le han oído a este muchacho unos sueños, eran unos sueños extraños y más bien antipáticos, José, soñó alguna vez que sus hermanos eran como espigas y que todos se inclinaban ante él. Los hermanos estaban fastidiados con que José se considerara tan importante, y habían dejado que este fastidio se volviera envidia, que la envidia se volviera odio, y a tal punto había llegado el odio, que ya estaban dispuestos incluso a matarlo. Dos de los hermanos intervinieron oportunamente, como escuchamos en la lectura, y lograron que esa condena a muerte se convirtiera en esclavitud. La envidia.

Pero también podemos ver de otra manera como los planes perversos de los hermanos de José, terminan convirtiéndose en un camino de salvación para ellos mismos y para el plan de Dios. Y así como esclavo fue José a tierra de Egipto. Las intenciones de los hermanos no eran intenciones buenas, sino perversas; pero Dios se valió de esas intenciones para abrir un camino de salvación. Si José no hubiera llegado a Egipto, seguramente los egipcios tampoco hubieran hecho bodegas, ni hubieran almacenado alimento como lo hicieron, porque ellos almacenaron esos alimentos advertidos por los sueños de José. Dios sabe transformar las cosas malas en cosas buenas. José permaneció pegado a Dios, y Dios le transformó una desgracia terrible en una oportunidad magnífica. Dios, nuestro Dios, no es un Dios “mágico”, no nos va a quitar los problemas a suprimir las luchas y los odios por arte de magia, pero, a través de esas mismas luchas, va abriendo un camino sorprendente, un camino inesperado.

Otra  enseñanza para nosotros  es que pensemos en ese don que Dios le concedió a José, los sueños; fueron un regalo magnifico, pero también fue implicaban un gran compromiso, una gran tarea, José tenía la ocasión de hacer mucho bien, pero también la ocasión de padecer muchos males. Los dones que nos da Dios son para ponerlos en su servicio, y a veces ese servicio pasa por momentos muy duros,  pero si seguimos unidos a Dios el desenlace no está en las manos de los hombres, sino que está en las manos de Dios.

 

SALMO RESPONSORIAL: 104

R./ Recordad las maravillas que hizo el Señor.

 

Llamó al hambre sobre aquella tierra:

cortando el sustento de pan;

por delante había enviado a un hombre,

a José, vendido como esclavo. R.

 

Le trabaron los pies con grillos,

le metieron el cuello en la argolla,

hasta que se cumplió su predicción,

y la palabra del Señor lo acreditó. R.

 

El rey lo mandó desatar,

el señor de pueblos le abrió la prisión,

lo nombró administrador de su casa,

señor de todas sus posesiones. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

Este Salmo es un himno litúrgico de alabanza a Dios por las maravillas hechas en favor de su pueblo, recordando la historia desde los patriarcas hasta la entrada a la tierra prometida. La Historia de Salvación de Israel hace parte de nuestra propia historia de salvación, pero ella se completa con la nueva alianza mediada por Jesucristo y con el ofrecimiento de salvación a todos los pueblos.

 

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 21,33-43.45-46

 

“Éste es el heredero: venid, lo mataremos”

 

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: "Escuchad otra parábola: Había un propietario que plantó una viña, la rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, construyó la casa del guarda, la arrendó a unos labradores y se marchó de viaje. Llegado el tiempo de la vendimia, envió sus criados a los labradores, para percibir los frutos que le correspondían. Pero los labradores, agarrando a los criados, apalearon a uno, mataron a otro, y a otro lo apedrearon. Envió de nuevo otros criados, más que la primera vez, e hicieron con ellos lo mismo. Por último les mandó a su hijo, diciéndose: "Tendrán respeto a mi hijo." Pero los labradores, al ver al hijo, se dijeron: "Éste es el heredero: venid, lo matamos y nos quedamos con su herencia." Y, agarrándolo, lo empujaron fuera de la viña y lo mataron. Y ahora, cuando vuelva el dueño de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?" Le contestaron: "Hará morir de mala muerte a esos malvados y arrendará la viña a otros labradores, que le entreguen los frutos a sus tiempos." Y Jesús les dice: "¿No habéis leído nunca en la Escritura: "La piedra que desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente"? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios y se dará a un pueblo que produzca sus frutos." Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque buscaban echarle mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Dios nos ha entregado un mundo para que lo administremos y para que en él demos frutos abundantes de justicia, paz, libertad, verdad y fraternidad. Pero los seres humanos, seducidos por la ambición desmedida de poder y de soberbia se han dejado llevar por sus propias tendencias y tentaciones y han ido destruyendo el mundo de las posibilidades que le ha otorgado el Señor. Los recursos naturales no renovables se han depredado, se ha contaminado el agua y el aire, se han derrumbado millones de millones de hectáreas de bosques y de selvas, convirtiendo el paradisíaco mundo en un inmenso desierto “globalizado”. Y cuando algunos hombres y mujeres con sensibilidad social ecológica y profética han levantado su voz contra esta depredación mundial acelerada, han sido acallados, exiliados de sus patrias, asesinados y silenciados. Nuestro compromiso como creyentes en el Dios de la vida es por la defensa de la tierra y de los que en ella habitan. El Padre envío a su Hijo para que advirtiera del peligro que corre la humanidad, pero fue rechazado y asesinado como todos los profetas anteriores y posteriores a él. – Sin embargo, nuestra misión consiste en continuar su obra en medio de la codicia del mundo.

 

ORACIÓN

Padre bondadoso, Maestro, Verdad y Vida, Tú eres el mejor ejemplo de amor traicionado, de hijo y hermano vendido por treinta monedas, y arrojado fuera de la viña amada; y eres también quien nos enseñó  a cuidar de los demás, aun cuando estabas abandonado, agotado y abofeteado. Danos fortaleza  para ser justos ante la injusticia, cariñosos ante el desprecio, pacificadores ante la violencia destructora. Libéranos del yugo del pecado que nos lleva a la muerte. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Iván Rodríguez en su cumpleaños. Amén.

 

 

“Jesús se enfrentó a aquellos que mataban los sueños de sus hermanos y criticó a las instituciones que provocaban más muerte que vida”

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