viernes, 1 de mayo de 2020

MAYO 2020

“PENTECOSTÉS: UN CAMINO DE REGRESO A LA ALEGRÍA DEL PRIMER AMOR”


En este nuevo mes, un mes más de recogimiento,  nuevamente de confinamiento, en que celebraremos el mes de las madres probablemente de otra manera,  y en el que especialmente meditaremos en el mes del Espíritu del Resucitado (Pentecostés), reflexionemos iluminados por la encíclica del Papa Francisco llamada “La alegría del amor, escrita dirigida especialmente a pensar, orar y actuar en torno a la familia, la gran y primera comunidad humana”. En este tiempo en el cual las circunstancias nos han llevado a valorar mucho más la vida y su esencia, la familia, la naturaleza, las pequeñas cosas desde las cuales podemos ser felices, a entender que ya no podemos pensar individualmente sino comunitariamente, entender que cuidándome, estoy cuidando a otros, que sea el Espíritu de Dios el que nos siga guiando, y en medio de las diferentes y difíciles situaciones que podamos estar viviendo, sigamos haciendo camino para vivir un nuevo Pentecostés, un camino de regreso a ese primer amor que fue para todos nosotros un momento de gran alegría. Hagamos esta ruta o caminata en cinco pasos:
1.      Un regreso al primer amor, que es volver a la amistad, encuentro o comunión con Jesucristo Resucitado.
2.      Un regreso alegre a la vida de oración, ardor de la Palabra, vida comunitaria y celebración sacramental.
3.      Regreso al amor, alegría, que es el camino del proyecto de Jesús, es vivir plenamente el amor, el perdón, la misericordia, la justicia, el gozo y la paz.
4.      Camino de regreso a los grandes excluidos de la historia: Mujeres, pobres, enfermos, niños, viudas y ancianos.
5.      Volver al camino del primer amor por la creación, obra de Dios, por la naturaleza, la ecología o “casa común”, “como nos dice el Papa Francisco, para amarla, cuidarla, protegerla y conservarla.
En este tiempo de Pascua hemos ido caminando del lado de la Palabra del Resucitado que va guiando la vida de los primeros discípulos(as), animando, formando y haciendo crecer la nueva comunidad de mujeres y hombres que van experimentando la vida y la alegría de este amor con el Dios vivo que ha vencido la muerte.
De esta manera, podemos afirmar que Pentecostés es el camino alegre que nos lleva o devuelve al primer amor. Camino, sentimiento, e ilusión que por las diferentes adversidades, batallas, cansancios y desánimos de la vida se ha ido apagando o perdiendo poco a poco. Pentecostés entonces, es recobrar el ánimo perdido, recuperar los sueños frustrados, recibir la fuerza en el Espíritu para seguir marchando hacia adelante en la lucha por conquistar el gran anhelo que hay en lo profundo del corazón humano que se llama felicidad. Pentecostés, como pasó con los discípulos, es volver a nuestro propio Emaús y allí en una nueva y transformante relación con Jesús Resucitado, recuperar en lo profundo de nuestro ser el ardor por lo que somos, tenemos, y hacemos y que hemos ido perdiendo a causa de el enfriamiento emocional y espiritual. Pentecostés es recuperar la visión, como los discípulos en Emaús, visión que se refiere a sueños, metas y objetivos. Pentecostés es la invitación  a que movidos por el Espíritu Santo miremos dentro de nosotros mismos, e iluminados por Él iniciemos un nuevo proceso de restauración, sanación y liberación. Pentecostés es el nacimiento de la mujer y el hombre nuevo, nuevos en la manera de pensar,  en la manera de sentir, en la manera de ver el mundo con sus diferentes realidades, en la manera de comunicarnos con nuestro creador, con nuestro entorno, con los demás y nuevos en  la práctica o acción misericordiosa de servicio a nuestro prójimo y sociedad, con nuevos métodos, estrategias y ardor en el corazón.
Pensar, hablar y desear vivir en Pentecostés es renunciar a todo lo que quiera amargarnos  y amargar la vida a los demás, es atrevernos a optar por la propuesta de Jesús Resucitado que es ser feliz; es dejar la tristeza, el malgenio  que tanto nos hace daño y optar por vivir el amor misericordioso del Señor lanzándonos a la  tarea de agradar y hacer feliz a los otros, pensemos si hemos dejado de hacer felices a los demás, especialmente a los más cercanos,  todavía estamos a tiempo de  hacerlo, de alegrar y no amargar y hacerlo desde la guía del Espíritu del Señor. Pentecostés como lo decíamos al comienzo tiene que ver con algunos olvidados(as) del camino por no decir a veces excluido(as) sobre todo las mujeres. Podríamos decir que un Pentecostés del amor no solamente en este mes sino todos los días, es volver a ellas, para reconocer, valorar, agradecer, dignificar, el valor tan precioso con que Dios siempre les ha mirado. Busquemos vivir celebrar y servir al Espíritu del Señor con rostro de mujer-madre, que nos sigue hablando hoy de construir un tiempo y sociedad mejor, basados en el amor, que como buena madre nunca pierde la esperanza. Agradezcamos y busquemos celebrar esa nueva cara de Dios con imagen de mujer a través de los diferentes signos antiguos y modernos de ser madres:  Abuelas que han hecho el papel de madres, madrinas que generan ternura y bondad, tías que se han entregado y se han prestado para el servicio y para ser signos del amor maternal, educadoras y hermanas que también han sido madres cuando han faltado los padres y se han gastado y desgastado siempre en el servicio para mostrar ese rostro materno de Dios.  Gracias a Dios por todas ellas, que venga la recompensa, o la gran bendición de Dios que nunca falla. Celebramos por nuestras mujeres, por nuestras familias, celebremos por la vida, por la esperanza, por la sanidad de nuestros pueblos, celebremos en este  día  que llamamos Pentecostés.

Oramos por ti, por los tuyos, familia y comunidad y en especial por todas las mujeres y madres, por estos tiempos tan difíciles, que el Señor sea nuestra fortaleza, nuestra roca, nuestro sostén,  que renueve su bendición y nos coloque siempre de regreso al primer amor, que es el camino de la alegría en el Señor.


PROMESA BÍBLICA DEL MES

“Y Jesús soplo sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo” Juan 20,22
ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA
En cada amanecer e inicio de este nuevo día, quiero tenerte presente, mi Buen Señor, en mis pensamientos, en mi sentir y especialmente en mi manera de hablar. Reconozco, Señor Jesús, tu paso por mi vida, gracias por hacerte Pascua sacándome de toda situación de muerte a vida; por llevarme de la oscuridad a la luz. En este tiempo de Pascua experimento, que en ti, Señor Jesús, se cumplió la promesa de salvación y vida eterna del Padre Dios. Gracias por hacerte presente en medio de mis diferentes situaciones de enfermedad. Gracias por venir a mi vida, casa y comunidad, gracias por caminar conmigo a lo largo de este día, como lo hiciste con los discípulos de Emaús. Te entrego las actividades de este día; que sean guiadas y motivadas a través de un encuentro con tu Bendita Palabra. Que tu Espíritu Santo me siga capacitando y usando con los talentos o posibilidades que me  has dado para ponerlas como servicio y bendición para los demás.
En este nuevo mes quiero colocarme en sintonía con la celebración de todas las madres. Que esta Pascua  sea para todas ellas una oportunidad de experimentar tu amor misericordioso que les restaura, anima, fortalece y llena de mucha esperanza sus vidas. Gracias por todas ellas, gracias por las que todavía están presentes; pero también gracias por todas las que ya partieron y hacen parte de la gran comunidad de madres que gozan de la eternidad, del verdadero amor. Gracias por todas las que de una u otra manera se asemejan o hacen de madres en su entrega generosa, madres educadoras, madres médicas, madres abuelas, madres tías, madres amigas, y  aunque nos parezca difícil de entender,  madres hombres que tienen un gran corazón de entrega parecido al de una mamá. Gracias por este tiempo, gracias también  por estos tiempos difíciles, que lo pueda vivir  en modo de resurrección y de esperanza. Gracias por cada oportunidad de vida que me  regalas, hazme cada día mejor persona, cada vez más solidario con los demás  Amén      

ORACIÓN AL FINALIZAR EL DÍA

Señor Jesús, en esta noche del tiempo de Pascua no quiero conciliar el  sueño, sin antes reconocer tu bendición a lo largo de este día en mi vida. Toma el dominio y control de mis pensamientos, emociones y cuerpo quizás cansado por el trabajo en este día, renueva mis  fuerzas desgastadas y repárame desde ya para la lucha del día de mañana. Así como tú eres compasivo y paciente conmigo, ayúdame a tener paciencia y compasión con los demás. Revísteme de tu bondad, de humildad, paz y alegría, para seguirla compartiendo con los que me rodean.  Buen Dios que a través de este descanso, el soplo de tu Espíritu se pose sobre mi vida, y me lleve a tener un buen sueño sometido a tu paz.  Amén 

Viernes 01 de Mayo de 2020


“¿QUIÉN ERES TU SEÑOR?

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 9,1-20

“Es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a los pueblos”

En aquellos días, Saulo seguía echando amenazas de muerte contra los discípulos del Señor. Fue a ver al sumo sacerdote y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, autorizándolo a traerse presos a Jerusalén a todos los que seguían el nuevo camino, hombres y mujeres.
En el viaje, cerca ya de Damasco, de repente, una luz celeste lo envolvió con su resplandor. Cayó a tierra y oyó una voz que le decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Preguntó él: "¿Quién eres, Señor?" Respondió la voz: "Soy Jesús, a quien tú persigues. Levántate, entra en la ciudad, y allí te dirán lo que tienes que hacer." Sus compañeros de viaje se quedaron mudos de estupor, porque oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía. Lo llevaron de la mano hasta Damasco. Allí estuvo tres días ciego, sin comer ni beber.
Había en Damasco un discípulo, que se llamaba Ananías. El Señor lo llamó en una visión: "Ananías." Respondió él: "Aquí estoy, Señor." El Señor le dijo: "Ve a la calle Mayor, a casa de Judas, y pregunta por un tal Saulo de Tarso. Está orando, y ha visto a un cierto Ananías que entra y le impone las manos para que recobre la vista." Ananías contestó: "Señor, he oído a muchos hablar de ese individuo y del daño que ha hecho a tus santos en Jerusalén. Además, trae autorización de los sumos sacerdotes para llevarse presos a todos los que invocan tu nombre." El Señor le dijo: "Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre a pueblos y reyes, y a los israelitas. Yo le enseñaré lo que tiene que sufrir por mi nombre."
Salió Ananías, entró en la casa, le impuso las manos y dijo: "Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció cuando venías por el camino, me ha enviado para que recobres la vista y te llenes de Espíritu Santo." Inmediatamente se le cayeron de los ojos una especie de escamas, y recobró la vista. Se levantó, y lo bautizaron. Comió, y le volvieron las fuerzas. Se quedó unos días con los discípulos de Damasco, y luego se puso a predicar en las sinagogas, afirmando que Jesús es el Hijo de Dios.  Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Al leer  hoy por extenso el relato de la conversión de Pablo, uno no sabe que admirar más: el plan sorprendente de Dios, la respuesta de Pablo o  la actitud acogedora de la comunidad de Damasco. La iniciativa ha sido de Cristo Jesús. Pablo era de las últimas personas que uno esperaría que fueran llamadas como apóstoles de Cristo. Dios nos sorprende siempre: tanto en el AT como en el NT, la elección que hace de las personas parece a veces la menos indicada para los fines que se pretenden conseguir. : "Soy Jesús, a quien tú persigues” elegir como testigo suyo al que más está persiguiendo a su comunidad? Ante las reticencias lógicas de Ananías, Jesús responde defendiendo a Pablo:  "Anda, ve; que ese hombre es un instrumento elegido por mí para dar a conocer mi nombre”

SALMO RESPONSORIAL: 116
R. / Id al mundo entero y proclamad el Evangelio.

Alabad al Señor, todas las naciones,
aclamadlo, todos los pueblos. R.

Firme es su misericordia con nosotros,
su fidelidad dura por siempre. R.

OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es una invitación universal a alabar al Señor. La Iglesia universaliza aún más esta invitación. Verdaderamente, estas pocas palabras de oración son significativas y profundas para exaltar la alianza entre el Señor y su pueblo, dentro de una perspectiva universal.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 6,52-59
Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: "¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?" Entonces Jesús les dijo: "Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre." Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

El evangelio de hoy es un llamado a despertar de un letargo espiritualista que impide que el cuerpo entregado de Jesús y su sangre derramada en la cruz, alcancen todo su sentido liberador y salvador. El espiritualismo que no nos compromete con lo que Jesús quiere,  nos deshumaniza. ¡Despertemos! La madre tierra ofrece alimentos para todos los seres que la habitamos. Si alguien pasa hambre o necesidad, es por causa de un sistema injusto. La tierra, en comunión con la inteligencia humana, podría proveer a toda la humanidad de alimentos si viviéramos en justicia e igualdad solidarias. En cambio se han agudizado las contradicciones sociales. Muchas personas, sobre todo jóvenes y niños, experimentan desde muy temprano la frustración de sus proyectos de vida y más ahora con estos tiempos difíciles, de incertidumbre. Recibir el cuerpo de Jesús es comulgar con un  proyecto de esperanza, de comunión igualitaria que nos regala el Padre. Si abrimos los ojos a la realidad y asumimos el compromiso de trabajar por la justicia del Reino, encontraremos en Dios todos los bienes necesarios para que vivamos en igualdad, para que  nadie se quede sin comida, ni se quede sin dignidad.

ORACIÓN
Ayúdanos Bendito Dios, a escuchar tu voz, a realizar esa gran  tarea evangelizadora a la que nos has llamado, permite  que  llevemos a otros a descubrir  que eres alimento verdadero, que da la liberación a las personas, a las familias y a las naciones. Como tus seguidores te pedimos,  danos entendimiento en el Espíritu para comprender como quieres que transmitamos tu mensaje, tu existencia y proyecto. Amén


“De la comunión vital con Jesús nos viene nuestro cambio de vida y la revelación de su proyecto”

Sábado 02 de Mayo de 2020


“¿ABANDONAMOS A JESÚS?”


PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 9,31-42

La iglesia se iba construyendo y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo

En aquellos días, la Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaría. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.
Pedro recorría el país y bajó a ver a los santos que residían en Lida. Encontró allí a un cierto Eneas, un paralítico que desde hacía ocho años no se levantaba de la camilla. Pedro le dijo: "Eneas, Jesucristo te da la salud; levántate y haz la cama." Se levantó inmediatamente. Lo vieron todos los vecinos de Lida y de Saron, y se convirtieron al Señor.
Había en Jafa una discípula llamada Tabita, que significa Gacela. Tabita hacia infinidad de obras buenas y de limosnas. Por entonces cayó enferma y murió. La lavaron y la pusieron en la sala de arriba. Lida está cerca de Jafa. Al enterarse los discípulos de que Pedro estaba allí, enviaron dos hombres a rogarle que fuera a Jafa sin tardar. Pedro se fue con ellos. Al llegar a Jafa, lo llevaron a la sala de arriba, y se le presentaron las viudas, mostrándole con lágrimas los vestidos y mantos que hacía Gacela cuando vivía. Pedro mandó salir fuera a todos. Se arrodilló, se puso a rezar y, dirigiéndose a la muerta, dijo: "Tabita, levántate." Ella abrió los ojos y, al ver a Pedro, se incorporó. Él la cogió de la mano, la levantó y, llamando a los santos y a las viudas, se la presentó viva. Esto se supo por todo Jafa, y muchos creyeron en el Señor.  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
En el inicio de esta lectura se nos dice por primera vez que “la iglesia gozaba de paz”, pero se subraya por las constantes persecuciones que habían tenido –especialmente por el recién convertido Pablo-. Y aprovechando la ocasión, el protagonista de hoy. Pedro sale de Jerusalén y hace un recorrido por las comunidades cristianas, a modo de visita pastoral, para reanimarla en su fe. Su presencia va acompañada por dos hechos milagrosos: la curación de un paralítico llamado Eneas, en Lida, y la resurrección de una discípula que había fallecido en Jafa, Tabita. La fuerza curativa de Jesús se ha comunicado ahora a su Iglesia, en la persona de Pedro, que explícitamente invoca a Jesús: “Eneas, Jesucristo te da la salud, levántate”. Y también al resucitar a  la mujer, primero se arrodilla y se pone a rezar, antes de mandarle: “Tabita, levántate”. Es lo que habían hecho él y Juan a la puerta del Templo cuando curaron al paralítico “en el nombre de Jesús”. Vemos los protagonistas de la historia de la Iglesia: Jesús, su Espíritu y la comunidad misma, con sus ministros.  Jesús, desde su existencia gloriosa, sigue presente a su Iglesia, la llena de fuerza por su Espíritu y sigue así actuando a través de ella. Se explica que Lucas pueda describir un panorama tan optimista: “la comunidad se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba animada por el Espíritu Santo.

SALMO RESPONSORIAL: 115
R. / ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho?

¿Cómo pagaré al Señor
todo el bien que me ha hecho?
Alzaré la copa de la salvación,
invocando su nombre. R.

Cumpliré al Señor mis votos
en presencia de todo el pueblo.
Mucho le cuesta al Señor
la muerte de sus fieles. R.

Señor, yo soy tu siervo,
siervo tuyo, hijo de tu esclava:
rompiste mis cadenas.
Te ofreceré un sacrificio de alabanza,
invocando tu nombre, Señor. R.

OREMOS CON EL SALMO
En esta Salmo alguien que ha experimentado la protección divina en una grave aflicción da gracias al Señor por su bondad y  proclama ante la comunidad los beneficios recibidos de Dios. Nuestra Eucaristía es la acción de gracias de la Iglesia por los beneficios recibidos mediante Cristo  y así repite con el salmista “alzaré la copa de la salvación invocando su nombre”.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 6,60-69

“¿A quién vamos a acudir? Tú tienes Palabras de Vida Eterna”

En aquel tiempo, muchos discípulos de Jesús, al oírlo, dijeron: "Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?" Adivinando Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: "¿Esto os hace vacilar?, ¿y si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve de nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y con todo, algunos de vosotros no creen." Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: "Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede."
Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: "¿También vosotros queréis marcharos?" Simón Pedro le contestó: "Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo consagrado por Dios."  Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Otra vez aparecen las murmuraciones en torno a los dichos de Jesús. Los discípulos se
escandalizan de las palabras del Maestro. Pero en este pasaje aparece otro grupo de interlocutores: los Doce. Pedro entra en diálogo con Jesús y pronuncia una de las confesiones más bonitas del Nuevo Testamento. ¿Qué es lo que escandaliza a los discípulos? Probablemente que Jesús se haya presentado como el nuevo (y superior ) a Moisés, que su palabra, primero, y luego él mismo se revelen como pan del cielo y en tal sentido como la nueva (y superior) revelación o Palabra de Dios; que haya que comer su cuerpo y su sangre como medio de alcanzar la vida eterna. Esto los supera. Y ellos en definitiva no son capaces de aceptar al discurso de Jesús.
Jesús no pretende convencer a los discípulos que se van, sino que apela a los Doce
que han descubierto en sus palabras, su identidad. Por eso creen. Y porque creen pueden
conocer – reconocer a Jesús. Por fe, conocemos y  reconocemos que en Jesús encontramos el alimento que fortalece nuestra vida y nuestra esperanza en Dios.
¿A dónde iremos? También Felipe preguntó esto en la escena de la multiplicación de
los panes. Ya no hace falta ir a buscar pan. En Jesús está el pan que ofrece la vida en
plenitud. 

ORACIÓN
Espíritu Santo ayúdanos a poner en movimiento desde la Palabra todo lo que se necesite en favor del anuncio del mensaje de salvación, para ser respuesta a la voz de Dios. Guíanos para ser comunidades  discipulares, misioneras, fraternas y arraigadas en el Espíritu, que busquen sobre todo el  trabajar por  el encuentro contigo, la conversión de las personas y el cambio social. Amén.


“En los momentos de prueba busquemos en las palabra del Señor la luz y el consuelo para nuestra existencia”

Domingo 03 de Mayo de 2020


“LA PUERTA QUE NOS LIBERA”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE LOS APÓSTOLES 2,14a.36-41

“Dios lo ha constituido Señor y Mesías”

El día de Pentecostés, Pedro, de pie con los Once, pidió atención y les dirigió la palabra: "Todo Israel esté cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías." Estas palabras les traspasaron el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: "¿Qué tenemos que hacer, hermanos?" Pedro les contestó: "Convertíos y bautizaos todos en nombre de Jesucristo para que se os perdonen los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos y, además, para todos los que llame el Señor, Dios nuestro, aunque estén lejos." Con estas y otras muchas razones les urgía, y los exhortaba diciendo: "Escapad de esta generación perversa." Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unos tres mil. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La primera lectura, tomada del libro de los Hechos, pertenece al discurso de Pedro, ante el pueblo reunido en Jerusalén, a raíz del hecho de Pentecostés. Después de interpretarles el fenómeno de las lenguas diversas en que hablaban los discípulos invadidos por el Espíritu Divino, Pedro les evoca la vida y la obra de Jesús, les anuncia el "Kerygma" (la Buena nueva, el núcleo de la predicación), la proclamación del Evangelio: Cristo ha muerto por nuestros pecados, ha sido sepultado y al tercer día Dios lo hizo levantarse de la muerte librándolo de la corrupción del sepulcro y sentándolo a su derecha, como habían anunciado los profetas.

Las palabras, las fórmulas, los elementos mismos que componen ese kerigma, hoy nos pueden parecer extraños, ininteligibles para nuestra mentalidad actual. Es normal, y por eso es también normal que la comunidad cristiana tiene el deber de evolucionar, de recrear los símbolos. La fe no es un «depósito» donde es retenida y guardada, sino una fuente, un manantial, que se mantiene idéntico a sí mismo precisamente entregando siempre agua nueva.

SALMO RESPONSORIAL: 22
R. / El Señor es mi pastor, nada me falta.

El Señor es mi pastor, nada me falta:
en verdes praderas me hace recostar,
me conduce hacia fuentes tranquilas
y repara mis fuerzas. R.

Me guía por el sendero justo
por el honor de su nombre.
Aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú vas conmigo:
tu vara y tu cayado me sosiegan. R.

Preparas una mesa ante mí,
enfrente de mis enemigos;
me unges la cabeza con perfume,
y mi copa rebosa. R.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
por años sin término. R.

OREMOS CON EL SALMO
Dos imágenes la del pastor y la del banquete, sirven al salmista para expresar la relación personal de amistad con Dios. Esas imágenes también la usa Cristo: Él es el buen pastor y él nos invita a su mesa, en la que se nos entrega en persona. 
  
SEGUNDA LECTURA
1PEDRO 2,20B-25

“Habéis vuelto al pastor de vuestras vidas”

Queridos hermanos: Si, obrando el bien, soportáis el sufrimiento, hacéis una cosa hermosa ante Dios. Pues para esto habéis sido llamados, ya que también Cristo padeció su pasión por vosotros, dejándoos un ejemplo para que sigáis sus huellas. Él no cometió pecado ni encontraron engaño en su boca; cuando lo insultaban, no devolvía el insulto; en su pasión no profería amenazas; al contrario, se ponía en manos del que juzga justamente. Cargado con nuestros pecados subió al leño, para que, muertos al pecado, vivamos para la justicia. Sus heridas os han curado. Andabais descarriados como ovejas, pero ahora habéis vuelto al pastor y guardián de vuestras vidas. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Nosotros como ovejas del Pastor estamos llamados a seguirlo a escuchar su voz, a seguirlo siempre y a salir de nuestras limitaciones, en ocasiones soportar el sufrimiento, como Jesús mismo lo hizo, para ir detrás de él como discípulos fieles que conocen perfectamente la voz del Maestro y hacen esfuerzo por vivirla.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 10,1-10

“Yo soy la puerta de las ovejas”

En aquel tiempo, dijo Jesús "Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños." Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN

Muy probablemente Jesús fue pastor de los rebaños comunales en Nazaret, o acompañó al pastoreo a los muchachos de su edad. Por eso en su predicación abundan las imágenes tomadas de esa práctica de la vida rural de Palestina. En el evangelio de Juan la sencilla parábola de la oveja perdida se convierte en una bella y larga presentación en la que Jesús se reconoce como el Buen Pastor, dueño del rebaño por el cual se interesa, no como los ladrones y salteadores que escalan las paredes del redil para matar y robar. Él entra por la puerta del redil, el portero le abre, El saca a las ovejas a pastar y ellas conocen su voz. El texto  llega a un punto culminante cuando Jesús dice ser "la puerta de las ovejas", por donde ellas entran y salen del redil a los pastos y al agua abundante. Por supuesto que en al mencionar el rebaño, las ovejas, somos los discípulos, los miembros de la comunidad cristiana. La mención del Buen Pastor está inspirada en el largo capítulo 34 del profeta Ezequiel en el que se reprocha a las autoridades judías no haber sabido pastorear al pueblo y Dios promete asumir Él mismo este papel enviando a un descendiente de David.
Pero en cambio Jesús se presenta como el Pastor definitivo, el conoce a cada uno de los suyos, se preocupa por ellos, los llama por su nombre, los saca afuera para buscar mejores prados y los cuida con amor. Él mismo va adelante, abriendo el camino, dando testimonio con su actuar de cómo debe ser el estilo de vida de sus ovejas. La imagen de Buen Pastor sugiere la ternura de Cristo y su amor solícito por los miembros de su comunidad, su mansedumbre y paciencia, cualidades que se asignan convencionalmente a los pastores, incluso su entrega hasta la muerte pues, como dice en el evangelio de hoy "el buen pastor da la vida por sus ovejas".
Y como ¨Puerta” que es, Jesús es el acceso preciso al Padre Dios, el que permite vivir una experiencia intensa y fuerte con Él, el que, por estar siempre abierto a todo aquel que busca amor y felicidad, es capaz de ofrecer Vida eterna en plenitud. Por eso el Evangelio de hoy termina con esta afirmación tan maravillosa y esperanzadora: “Yo he venido para que tengan Vida y la tengan en abundancia”.
Todo aquel que acepta esta realidad, se sumerge en el agua de vida y se inserta en una comunidad de salvación, donde va a encontrar el perdón de los pecados, la libertad plena y el aprendizaje del amor.

ORACIÓN
Amado Dios, que la Pascua que nos ha constituido en rebaño de tu propiedad nos anime a servirte de corazón, a ser discípulos(as)  que llevan tu mensaje de salvación, y anuncian con valentía que eres Señor y Mesías. Queremos comprometernos, con la fuerza del Espíritu, a transmitir con obras que eres tan maravilloso que atiendes a los más enfermos, sanas las heridas y rescatas al extraviado(a), como una madre lo hace con sus hijos e hijas. Amén 


Lunes 04 de Mayo de 2020

San Felipe y Santiago apóstoles

“PERMANECER EN CRISTO, CAMINO, VERDAD Y VIDA”

PRIMERA LECTURA
PRIMERA DE CORINTIOS 15,1-8

“Se apareció a Santiago, después a todos los apóstoles”

Ahora, hermanos, quiero que se acuerden del evangelio que les he predicado. Este es el evangelio que ustedes aceptaron, y en el cual están firmes. También por medio de este evangelio se salvarán, si se mantienen firmes en él, tal como yo se lo anuncié; de lo contrario, habrán creído en vano. En primer lugar les he enseñado la misma tradición que yo recibí, a saber, que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que lo sepultaron y que resucitó al tercer día, también según las Escrituras; y que se apareció a Cefas, y luego a los doce. Después se apareció a más de quinientos hermanos a la vez, la mayoría de los cuales vive todavía, aunque algunos ya han muerto. Después se apareció a Santiago, y luego a todos los apóstoles. Por último se me apareció también a mí, que soy como un niño nacido anormalmente. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Pablo alude a lo fundamental de la fe: el kerigma, la predicación fundamental de los cristianos, es decir, que Cristo vivió, murió y resucitó para nuestra salvación. El apóstol recuerda una vez más a los corintios nada menos que “el evangelio que les he predicado”. No una ideología, una doctrina filosófica o teológica, tampoco un código moral sino la certeza de los acontecimientos salvadores de los cuales los apóstoles fueron testigos y autorizados mensajeros.
Se trata de la muerte salvadora de Jesús en la cruz, en cumplimiento del plan divino de salvación para toda la humanidad. De su sepultura, garantía de la realidad mortal que experimentó Jesús, y de su resurrección gloriosa, irrupción definitiva de Dios en nuestra  historia humana y cumplimiento en Cristo de todas las promesas y expectativas de la humanidad. Éste es el evangelio, la buena noticia. El fundamento y principio de nuestra fe. Lo que nos define como cristianos. Es decir, la misma persona de Jesús: su vida y su muerte. La garantía de que ante Dios todos tenemos un lugar, de que Él nos hará justicia a cada uno, y llevará a la plenitud nuestra efímera existencia, como llevó a su plenitud la existencia de Jesús.

SALMO RESPONSORIAL: 18
R. / A toda la tierra alcanza su pregón.

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R.

Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón,
y hasta los límites del orbe su lenguaje. R.

OREMOS CON EL SALMO
En este Salmo se encuentran dos poemas de estilo y contenido diversos. El primero es un himno de intensa vibración, que celebra la gloria del Creador manifestada en la armonía y grandiosidad del firmamento. En el segundo, se describen las excelencias de la Ley Divina. Se establece un paralelismo entre las dos manifestaciones de la gloria de Dios: una en la Creación y en las perfecciones del universo, y otra en la Revelación concedida a su Pueblo, fuente de felicidad y de vida para los que la aman y aceptan sus exigencias.

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 14,6-14

“Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, y todavía ¿no me conoces?

Jesús le contestó: --Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Si ustedes me conocen a mí, también conocerán a mi Padre; y ya lo conocen desde ahora, pues lo han estado viendo. Felipe le dijo entonces:--Señor, déjanos ver al Padre, y con eso nos basta. Jesús le contestó: --Felipe, hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿por qué me pides que les deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí? Las cosas que les digo, no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace sus propias obras. Créanme que yo estoy en el Padre y el Padre está en mí; si no, crean al menos por las obras mismas. Les aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy a donde está el Padre. Y todo lo que ustedes pidan en mi nombre, yo lo haré, para que por el Hijo se muestre la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que en mi nombre ustedes me pidan. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN:
Encontramos un diálogo de aquellos que Jesús tenía sólo con los Apóstoles, y en los que procuraba ir formándolos, para que tuvieran ideas claras sobre su persona y su misión. Los apóstoles estaban influenciados con  las ideas que los judíos se habían formado sobre la persona del Mesías: esperaban un liberador terrenal y político, mientras que la persona de Jesús no respondía en absoluto a estas imágenes preconcebidas. Las primeras palabras que leemos son respuesta a una pregunta del apóstol Tomás. “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie va al Padre sino por mí” (Jn.14,6). Esta respuesta a Tomás da pie a la petición de Felipe: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta” (Jn.14,8). La respuesta de Jesús, es en realidad una reprensión: “Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y no me conoces, Felipe?” (Jn.14,9). Los apóstoles no acababan de entender la unidad entre el Padre y Jesús, no alcanzaban a ver al Dios y Hombre en la persona de Jesús. Él no se limita a demostrar su igualdad con el Padre, sino que también les recuerda que ellos serán los que continuarán su obra salvadora. Les otorga el poder de hacer milagros, les promete que estará siempre con ellos y cualquier cosa que pidan en su nombre, se la concederá. Estas respuestas, también Jesús nos las dirige a todos nosotros hoy.

ORACIÓN
Señor, Dios de la vida, ayúdanos a aceptar la misión, a aceptar la cruz, a asumirla con valentía, a luchar contra la  injusticia, el egoísmo,  el individualismo y la búsqueda de poder, todo lo que nos aleje de Ti y  a encontrar el verdadero sentido de la liberación.  Que tu Espíritu Santo nos ayude para no desviarnos del camino nunca.  Amén


“Con Jesús podemos luchar a diario para aportar en la construcción de un mundo de justicia y amor”

Martes 05 de Mayo de 2020


“LLAMADOS(AS) A LA UNIDAD”

PRIMERA LECTURA
HECHOS DE .LOS APÓSTOLES 11,19-26

“Se pusieron a hablar también a los griegos, anunciándoles el Señor Jesús

En aquellos días, los que se habían dispersado en la persecución provocada por lo de Esteban llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, sin predicar la palabra más que a los judíos. Pero algunos, naturales de Chipre y de Cirene, al llegar a Antioquía, se pusieron a hablar también a los helenistas, anunciándoles la Buena Noticia del Señor Jesús. Como la mano del Señor estaba con ellos, gran número creyó y se convirtió al Señor.  Llegó la noticia a la Iglesia de Jerusalén, y enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortó a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; como era hombre de bien, lleno de Espíritu Santo y de fe, una multitud considerable se adhirió al Señor. Más tarde, salió para Tarso, en busca de Saulo; lo encontró y se lo llevó a Antioquía. Durante un año fueron huéspedes de aquella Iglesia e instruyeron a muchos. Fue en Antioquía donde por primera vez llamaron a los discípulos cristianos. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
Este capítulo 11 de los Hechos de los Apóstoles,  tiene una gran importancia, podemos decir que es como un punto de inflexión, es aquel lugar donde se toma un rumbo nuevo, un enfoque nuevo,  marcando  el tiempo en que la comunidad cristiana se abre al mundo no judío. Será un proceso que tiene varias etapas, un proceso que no carece de tensiones.
Encontramos en el texto del día de hoy cómo la persecución a la que fueron sometidos los cristianos de Jerusalén, los llevó hasta tierras de lo que hoy es Siria, y entonces allá, en Antioquía de Siria, por primera vez los llaman los "cristianos", "los seguidores de Cristo", y es también allá donde abiertamente se empieza a predicar el mensaje a unos que no son de raza judía. Poco a poco vemos cómo el Espíritu de Dios vence todo tipo de barreras, y nosotros tenemos que tener esta confianza, esta esperanza, este optimismo, incluso esta alegría;  tenemos que tener la certeza de que el Espíritu es capaz de vencer las barreras de los prejuicios, de los resentimientos,  del odio y es capaz de instaurar  la civilización del amor, en la cual el reinado de Jesús y la conciencia del Evangelio se hacen realidad.  

SALMO RESPONSORIAL 86
R. / Alabad al Señor, todas las naciones.

Él la ha cimentado sobre el monte santo;
y el Señor prefiere las puertas de Sión
 a todas las moradas de Jacob.
¡Qué pregón tan glorioso para ti,
 ciudad de Dios! R.

"Contaré a Egipto y a Babilonia
 entre mis fieles;
filisteos, tirios y etíopes, han nacido allí."
Se dirá de Sión: "Uno por uno
todos han nacido en ella;
el Altísimo en persona la ha fundado." R.

El Señor escribirá en el registro de los pueblos:
"Éste ha nacido allí."
Y cantarán mientras danzan:
"Todas mis fuentes están en ti." R.

OREMOS CON EL SALMO
Este salmo es un canto a Jerusalén considerada como la patria de todos los pueblos. Visión universalista de la salvación. Esta visión se realiza plenamente en la Iglesia, que se convierte, gracias a Cristo, en la patria de todos los seres humanos y de todas las razas y pueblos

LECTURA DEL EVANGELIO
JUAN 10,22-30

“Yo y el Padre somos uno”

Se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. Los judíos, rodeándolo, le preguntaban: "¿Hasta cuándo nos vas a tener en suspenso? Si tú eres el Mesías, dínoslo francamente." Jesús les respondió: "Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ésas dan testimonio de mí. Pero vosotros no creéis, porque no sois ovejas mías. Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre. Yo y el Padre somos uno." Palabra del Señor.

REFLEXIÓN
La verdadera experiencia de fe en Jesús se caracteriza por la creación de un fuerte vínculo entre el proyecto de Dios y la voluntad del ser humano, entre el misterio de la resurrección, donde ha actuado plenamente el Padre, y la trascendencia del hombre y la mujer. Ese vínculo hermoso entre Dios y la Creación se percibe perfectamente en el relato que la liturgia nos ofrece hoy, cuando vemos a Jesús reafirmar su estrecha relación con Dios y con sus ovejas. Los judíos no comprenden tal relación porque no se han conectado con las palabras y las obras de Jesús; no han creído, y por ello no entienden. Son ovejas de otro rebaño; es decir, son personas que no se han atrevido a comprender de una manera distinta la lógica de Dios; no son capaces de romper el vínculo con la ley y el orden social que los somete; ni de reconocer la verdadera voz de Dios, porque están distraídos con sus propias voces y sus propios intereses. El único vínculo que como Iglesia debemos tener es con el Dios de la Vida, ya que Él es quien realmente nos cuida y nos conduce por el camino de una vida digna y justa.

ORACIÓN
Gracias Señor por lo que hoy nos transmites a través de la Palabra,  como se van formando los primeros cristianos(as) que reciben el  Espíritu de unidad para ir sembrando la Buena noticia y haciendo que muchas personas se adhieran a tu causa. Gracias por hacernos parte de tus seguidores(as) con la luz del Espíritu Santo, en la voluntad del Padre. Amén


“Con el Espíritu de Dios lograremos ser comunidades que confían, se aman y  no se dispersan, en medio de las circunstancias”