“LA
MISIÓN QUE SE HACE CON GOZO Y ESPERANZA”
PRIMERA LECTURA
ISAÍAS 66, 10-14C
“Yo haré derivar hacia ella, como un
río, la paz”
Festejad a Jerusalén, gozad con ella,
todos los que la amáis, alegraos de su alegría, los que por ella llevasteis
luto. Mamaréis a sus pechos y os saciaréis de sus consuelos, y apuraréis las
delicias de sus ubres abundantes. Porque así dice el Señor: "Yo haré
derivar hacia ella, como un río, la paz, como un torrente en crecida, las
riquezas de las naciones. Llevarán en brazos a sus criaturas y sobre las
rodillas las acariciarán; como a un niño a quien su madre consuela, así os
consolaré yo, y en Jerusalén seréis consolados. Al verlo, se alegrará vuestro
corazón, y vuestros huesos florecerán como un prado; la mano del Señor se
manifestará a sus siervos." Palabra de Dios.
REFLEXIÓN
Como a un niño a quien su madre
consuela, así los consolaré yo. La alegría del pueblo de Israel cuando
contempla su renacer después de todas las amarguras del destierro la muestra el
tercer Isaías con la figura del parto y los hijos recién nacidos que necesitan
de la madre para mamar de sus pechos y recibir sus consuelos, los llevaran en
sus brazos y sobre las rodillas los acariciarán. Están en la mano del Señor y
como a un niño a quien su madre consuela, así os consolaré yo.
La figura de Dios Madre es muy querida
para los profetas. Sin duda la experiencia familiar del padre, de la madre y de
los hijos, es quizás la más admirable y comprensible para todos, cuando se
quiere hablar del amor de Dios. Cuando la Biblia habla de Dios Padre,
ciertamente no está determinando el género masculino de la divinidad. Es cierto
que esta denominación y esta traducción están condicionadas sociológicamente y
sancionadas por una sociedad de carácter varonil. Pero, realmente, a Dios no se
le quiere concebir simplemente como a un varón. Sobre todo en los profetas,
Dios presenta rasgos femeninos maternales. La noción de Padre aplicada a Dios,
debe interpretarse simbólicamente. Padre es un símbolo patriarcal -con rasgos
maternales-, de una realidad transhumana que es la primera y la última de
todas.
SALMO RESPONSORIAL: 65
R. / Aclamad al Señor, tierra entera.
Aclamad al Señor, tierra entera;
tocad en honor de su nombre;
cantad himnos a su gloria; decid a
Dios:
"¡Qué temibles son tus
obras!" R.
Que se postre ante ti la tierra entera,
que toquen en tu honor,
que toquen para tu nombre.
Venid a ver las obras de Dios,
sus temibles proezas en favor de los
hombres. R.
Transformó el mar en tierra firme,
a pie atravesaron el río.
Alegrémonos con Dios,
que con su poder gobierna eternamente.
R.
Fieles de Dios, venid a escuchar,
os contaré lo que ha hecho conmigo.
Bendito sea Dios,
que no rechazó mi suplica,
ni me retiró su favor. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este salmo es una acción de gracias por
la cosecha que ha sido abundante y, al mismo tiempo, una plegaria pidiendo a
Dios que continúe mostrando su bondad por medio de nuevos beneficios. Además,
tiene una fuerte resonancia universal, se refiere a la alabanza divina como a
los beneficios de Dios, no piensa únicamente en su pueblo, sino también en las
otras naciones: “Que todos los pueblos te alaben, que todos los pueblos
conozcan tu salvación”.
SEGUNDA LECTURA
GÁLATAS 6, 14-18
“Yo llevo en mi cuerpo las marcas de
Jesús”
Hermanos: Dios me libre de gloriarme si
no es en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, en la cual el mundo está
crucificado para mí, y yo para el mundo. Pues lo que cuenta no es circuncisión
o incircuncisión, sino una criatura nueva. La paz y la misericordia de Dios
vengan sobre todos los que se ajustan a esta norma; también sobre el Israel de
Dios. En adelante, que nadie me venga con molestias, porque yo llevo en mi
cuerpo las marcas de Jesús. La gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con
vuestro espíritu, hermanos. Amén. Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
En la despedida de su carta a los
Gálatas, Pablo de manera muy sintética reafirma dos de sus temas preferidos. La
salvación no se da por la ley, y el hombre en Cristo es una nueva criatura. La
circuncisión era una muestra clara del cumplimiento de la Ley, pero Pablo les
dice a los Gálatas que la salvación no proviene de la ley sino de Cristo. Y se
apoya en la Cruz, signo de ignominia para los romanos, los paganos y los
judíos, que ahora es el signo de la victoria y de la salvación, y por eso Pablo
se gloría en ella, como también todos los cristianos, porque de ella brota la
vida.
Circuncidarse o no circuncidarse no es
lo importante. Lo importante es renacer como nueva criatura. El mundo de la ley
ha muerto. Ya no hay diferencia entre judíos y paganos. Ya no hay circuncisos e
incircuncisos, lo único que cuenta es el hombre nuevo, el hombre que es capaz
de superar la tragedia del pecado y realizar el proceso de la resurrección de
Jesús, para vivir como una persona nueva.
LECTURA DEL EVANGELIO
LUCAS 10, 1-12. 17-20
“Descansará sobre ellos vuestra paz”
En aquel tiempo, designó el Señor otros
setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y
lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: "La mies es abundante y los
obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No
llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie
por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid
primero: "Paz a esta casa." Y si allí hay gente de paz, descansará
sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa,
comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis
cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os
pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: "Está cerca de vosotros el
reino de Dios." Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la
plaza y decid: "Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a
los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca
el reino de Dios." Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma
que para ese pueblo." Los setenta y dos volvieron muy contentos y le
dijeron: "Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre." Él
les contestó: "Veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he
dado potestad para pisotear serpientes y escorpiones y todo el ejército del enemigo.
Y no os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten
los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el
cielo." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
Por segunda vez en el evangelio de
Lucas, Jesús envía a sus discípulos a la misión. Ahora la época de la cosecha
ha llegado y es necesario muchos obreros para recoger la mies; son setenta y
dos, un número que evoca la traducción de los Setenta en Génesis 10, en donde
aparecen setenta y dos naciones paganas. Jesús va camino hacia Jerusalén, el
camino que debe ser modelo del camino de la Iglesia futura. Salen de dos en dos
para que el testimonio tenga valor jurídico según la ley judía (cfr. Dt 17,6;
19,15).
La misión no será fácil; debe llevarse
a cabo en medio de la pobreza, sin alforjas ni provisiones. La misión es
urgente y nada puede estorbarla, por eso no pueden detenerse a saludar durante
el camino; tampoco los discípulos deben forzar a nadie para que los escuchen
pero sí es el deber anunciar la proximidad del Reino. Cuando los
discípulos regresan de la misión están llenos de alegría. Hay una expresión que
merece un poco de atención: Hasta los demonios se nos someten en tu nombre.
¿Qué significado tienen los demonios? Una breve explicación del término se dará
al final.
Jesús manifiesta su alegría porque se
han vencido las fuerzas del mal, porque él rechaza cualquier forma de dominio,
y exhorta a sus discípulos a no vanagloriarse por las cosas de este mundo. Lo
importante es tener el nombre inscrito en el cielo, es decir participar de las
exigencias del Reino y vivir de acuerdo con ellas. Hay otro motivo de alegría
para bendecir la Padre. Sus discípulos son una muestra de que el Reino se revela
a los sencillos y humildes. No son los conocimientos lo que permite la
experiencia del Reino. Es esa experiencia de Dios por medio del contacto íntimo
con Jesús y su seguimiento.
ORACIÓN
Señor queremos la paz, pero muchas
veces huimos de la cruz, que podamos renunciar a nuestros propios intereses,
para que los tuyos prevalezcan; concédenos abrir nuestro corazón a tu Espíritu
para que nos comprometamos a salir de nosotros mismos, de nuestra
comodidad, ligeros de equipaje, sin ataduras para ir a la misión, y buscar
construir tu Reino en medio de nuestra realidad. Amén.
“Somos enviados(as), en medio de la tribulación, a
vivir y proclamar la Buena Nueva”
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