“¿CUÁLES SON MIS TALENTOS?”
PRIMERA LECTURA
1TESALONICENSES
4,9-11
“Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros”
Hermanos: Acerca del amor fraterno no hace falta que os escriba, porque
Dios mismo os ha enseñado a amaros los unos a los otros. Como ya lo hacéis con
todos los hermanos de Macedonia. Hermanos, os exhortamos a seguir progresando:
esforzaos por mantener la calma, ocupándoos de vuestros propios asuntos y
trabajando con vuestras propias manos, como os lo tenemos mandado. Palabra del
Señor.
REFLEXIÓN
Dos rostros grandes y elocuentes de la vida cristiana dominan el breve
texto de la primera lectura de hoy: el amor y la paz. Son como complementarios,
porque donde hay en verdad el amor, no faltará la paz, y donde hay profunda
paz, habita siempre el amor.
Interesante, por destacar brevemente un punto, aquello que Pablo
propone, con tanto sentido humano, como camino y lenguaje para la paz: que cada
uno se ocupe de sus asuntos, que cada uno trabaje con sus manos. Todo indica
que la primera fuente de los conflictos es que uno descuida sus tareas por
criticar las del vecino.
SALMO RESPONSORIAL: 97
R./ El Señor llega para regir los pueblos con rectitud.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
porque ha hecho maravillas:
su diestra le ha dado la victoria,
su santo brazo. R.
Retumbe el mar y cuanto contiene,
la tierra y cuantos la habitan;
aplaudan los ríos, aclamen los montes. R.
Al Señor, que llega para regir la tierra.
Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud. R.
OREMOS CON EL SALMO
Este Salmo es un himno
de alabanza al Señor, que estableció su trono en Sión para revelarse a Israel
como Rey justo y poderoso. La benevolencia y la justicia con que el Señor
gobierna a su Pueblo se manifiesta, en las figuras de Moisés, Aarón y Samuel:
ellos son, a un mismo tiempo, los mediadores de la Revelación divina
y un ejemplo constante para los seguidores. El despliegue del poder salvador de
Dios llega a su punto culminante en la encarnación de su Hijo y su victoria
frente a la muerte y la desobediencia.
LECTURA DEL EVANGELIO
MATEO 25,14-30
“Has sido fiel en lo poco, pasa al banquete de tu señor”
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola: "Un
hombre, al irse de viaje, llamó a sus empleados y los dejó encargados de sus
bienes: a uno le dejó cinco talentos de plata, a otro dos, a otro uno, a cada
cual según su capacidad; luego se marchó. El que recibió cinco talentos fue en
seguida a negociar con ellos y ganó otros cinco. El que recibió dos hizo lo
mismo y ganó otros dos. En cambio, el que recibió uno hizo un hoyo en la tierra
y escondió el dinero de su señor.
Al cabo de mucho tiempo volvió el señor de aquellos empleados y se puso
a ajustar las cuentas con ellos. Se acercó el que había recibido cinco talentos
y le presentó otros cinco, diciendo: "Señor, cinco talentos me dejaste;
mira, he ganado otros cinco." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un
empleado fiel y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo
importante; pasa al banquete de tu señor." Se acercó luego el que había
recibido dos talentos y dijo: "Señor, dos talentos me dejaste; mira, he
ganado otros dos." Su señor le dijo: "Muy bien. Eres un empleado fiel
y cumplidor; como has sido fiel en lo poco, te daré un cargo importante; pasa
al banquete de tu señor." Finalmente, se acercó el que había recibido un
talento y dijo: "Señor, sabía que eres exigente, que siegas donde no
siembras y recoges donde no esparces, tuve miedo y fui a esconder tu talento
bajo tierra. Aquí tienes lo tuyo." El señor le respondió: "Eres un
empleado negligente y holgazán. ¿Con que sabías que siego donde no siembro y
recojo donde no esparzo? Pues debías haber puesto mi dinero en el banco, para
que, al volver yo, pudiera recoger lo mío con los intereses. Quitadle el
talento y dádselo al que tiene diez. Porque al que tiene se le dará y le
sobrará, pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese
empleado inútil echadlo fuera, a las tinieblas; allí será el llanto y el
rechinar de dientes." Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
La parábola de los talentos ofrece una
enseñanza sencilla y exigente. Dios da a cada persona múltiples dones, los
cuales no pueden estar ociosos sino en constante crecimiento. Podemos añadir
dos cosas más. Dios reparte los talentos de acuerdo a las capacidades y
necesidades de cada uno. Desafortunadamente, muchos cristianos viven más
preocupados y con envidia de los talentos de los otros, que en conocer y
desarrollar los propios. Todos los talentos, aún el más pequeño es como la
semilla de mostaza, con posibilidades de crecer y cubrir nuestras necesidades.
Dios nos pide seguir sus instrucciones, pero trabajar con autonomía. No somos
títeres de Dios. La Palabra de Dios es una luz en el camino para tomar las
mejores decisiones, pero cada uno es quien determina qué hacer y cómo hacerlo.
Hacer la voluntad de Dios no significa esperar a que Dios nos dicte lo que
debemos hacer, es descubrir creativamente lo que El quiere que hagamos de
acuerdo a cada tiempo y lugar. ¿Cuál de nuestros talentos permanece enterrado y
cuáles sin mucho crecimiento?
ORACIÓN
Gracias Señor, por este nuevo día,
gracias por el reposo y descanso que nos has dado en la noche anterior. Gracias
y Bendito seas por cada uno de los regalos o talentos que nos has dado. Además
de tu propia vida, tu Palabra, tu familia (Comunidad-Iglesia), gracias por tu
solidaridad para con todos nosotros, todos los que nos reconocemos
necesitados de ti. Multiplica, Buen Dios, según tu generosidad estos talentos;
capacitándonos cada vez más y usándonos en el servicio a nuestros hermanos en
el trabajo de tu Reino. Amén.
“Hemos recibido dones de
Dios y tenemos la libertad para enterrarlos o ponerlos al servicio de
nuestro prójimo”
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