viernes, 1 de agosto de 2025

AGOSTO 2025

 


“¡CUIDADO! QUE EL TRABAJO NO SE CONVIERTA EN UN SEDANTE”

 

Escuché decir a alguien que cuando más cerca de Dios se siente es cuando está más ocupado. Me explicó que cuando las exigencias son mayores ella se apoya más en la fortaleza de Dios. Sin embargo, a continuación señaló, que a menos que aparte tiempo para la oración personal, su trabajo se puede convertir rápidamente en un escape, mucha gente se involucra en muchas actividades como un escape y buscan el mecanismo de estar ocupado para enfrentar la realidad. Así como el alcohol o un sedante pueden amortiguar los sentidos contra las relaciones personales, las obligaciones familiares y las responsabilidades comunitarias; así también el trabajo constante, puede disminuir nuestra sensibilidad a los asuntos más profundos de la vida. Hace unos dos mil años el autor del libro del Eclesiastés descubrió esto, buscó satisfacción manteniéndose ocupado, edificando casas y plantando viñas. Pero mientras trabajaba en la obra que había hecho se dió cuenta que todo era vaciedad: (Eclesiastés 2,10-11). Nosotros podemos también cometer el mismo error, incluso en las cosas y en el nombre del Señor. Hace unos días, en uno de los libros devocionales leí acerca de un hombre muy ocupado, que en medio de sus actividades o cansancios de alguna manera logra encontrar tiempo para dar al día un impulso espiritual o motivacional a su vida. Es el Dr. Ben Carson, Jefe de Neurocirugía Pediátrica del Johns Hopkins Children’s Center; una posición que asumió en 1994 cuando tenía 33 años de edad. Veamos el testimonio del Dr. Carson acerca de la importancia y el valor de dar el primer lugar a las cosas espirituales: “He descubierto que seguir una disciplina espiritual (ORACIÓN),  que puede ser  una meditación o una buena lectura espiritual, puede darme la fuerza y armonía para tener un día bueno. En mi consultorio en el hospital todas las mañanas paso al menos media hora leyendo e interiorizando la Biblia, sobre todo el libro de los Proverbios. ¡Hay tanta sabiduría y tan profunda ahí!, durante el día si encuentro una situación difícil, pienso de nuevo en los versículos meditados en esa mañana y ahí encuentro ánimo y fortaleza”. Jesús tuvo que enfrentar también días difíciles llenos de mucha ocupación y de multitudes exigentes. En el evangelio de Marcos, lo vemos: “Levantándose muy de mañana cuando todavía estaba oscuro, salió a un  lugar solitario a orar “ (Marcos 1,35).

¿Cuándo estás muy cargado(a), agobiado(a), buscas reposo en la oración?. Te invito a que desde ya hoy, lo pruebes, y verás que entrarás en un camino de transformación en tu vida y en tu día a día.  Te aconsejo también nunca aceptes más trabajo sino tienes tiempo de orar por él.

 

“DEJA QUE CRISTO SEA EL PRIMER PENSAMIENTO EN LAS MAÑANAS Y EL ÚLTIMO EN LAS NOCHES”

Oro por ti y todos los tuyos, y en este el mes  te bendigo en Cristo Jesús.       

 

Roberto Zamudio

 

PROMESA BÍBLICA DEL MES.

“Que saca el hombre de tanto trabajar y de tanto preocuparse, si ni siquiera de noche descansa, esto también es vana ilusión” Eclesiastés 2,22-23

                                                                                                                                               

ORACIÓN AL COMENZAR EL DÍA

Buen, Padre Dios, que  iniciar este nuevo mes y nuevo día, sea para mí,  motivo para darte gracias, alabarte y bendecirte; pero también para reconocer mi necesidad urgente de tu amor misericordioso y bendición para mi vida. Por favor Señor, restáurame, dame un nuevo respiro, y fuerza para volver a comenzar este día con un ánimo estrenado, pero siempre a tu lado, contando con tu presencia, con la certeza de ser escuchado(a) por ti. Sé que debo enfrentar en este tiempo luchas y batallas difíciles, no sólo conmigo  mismo, con mi temperamento y carácter, sino también con mis propios desánimos,  aciertos y frustraciones, problemas, enfermedades y diferentes necesidades; pero también en las dificultades de convivencia y de interacción, con mi entorno, con los demás, que muchas veces resultan muy difíciles. Gracias porque al igual que tu discípulo Pedro, puedo decir: “¿A quién iré?, si solo tu tienes palabras de Vida Eterna”, gracias porque me animas y me fortaleces y me das nuevas fuerzas y seguridad, renovando mi manera de pensar y sentir, para salir a enfrentar todas las adversidades. Que durante este nuevo mes y cada día pueda reflexionar sobre esas áreas de la vida y esas diferentes realidades que necesitan ser transformadas en ti, que todo lo que esté acostumbrado a vivir y parece no tener esperanza ni posibilidades de cambio, pueda ser identificado por cada uno de los que hacen este devocional,  y solo y siempre con tu ayuda, logremos encontrar las luces, herramientas y medios para sumergirnos en caminos de restauración, liberación y cambio; siempre para ser unas mejores personas, pero sobre todo para tener la certeza que a pesar de no ver soluciones instantáneas y mágicas, aunque tenga que seguir esperando, no deje de seguir luchando. Que tenga la seguridad de sentirme amado(a) por ti, sentir que no estoy solo(a),  que siempre el rostro y corazón del único y verdadero Dios, Padre y Madre, siempre me acompaña, y que en Él todo es ganancia. Que pueda declarar como Pablo: “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4,13). Regálame espacios, lugares, situaciones y personas, que siempre me lleven a orar, reposar en ti y tu amor renovador.  Amén.

 

ORACIÓN AL  FINALIZAR EL DÍA

Llegada la noche, Buen Señor y quizás en la intimidad de mi habitación, quiero buscar reposo en ti, Cristo Jesús. Te doy gracias por todo lo vivido, durante este día. Gracias por cada bendición, cada signo de tu bondad, por las personas valiosas que colocaste a mi alrededor para bendecirme, antes de irme al sueño o restauración en tu amor, quiero suplicar tu bendición para cada una de ellas. Tanto a ellos como a mí, Señor, sánanos y libéranos de toda circunstancia, palabra negativa y de dolor que haya herido nuestra mente y nuestro corazón. Dame a través de este descanso en ti, la posibilidad de poder ser reconciliado con los que hoy me pudieron herir en tu amor misericordioso. Regálame la fe, esperanza, ilusión y capacidad de que mañana será un día nuevo y mejor; que hay la posibilidad en ti de ser feliz, que ese es el llamado que tú constantemente me haces. Que con la ayuda, valentía y fuerza de tu Espíritu, después de esta noche de reposo, pueda mañana seguir realizando mis sueños, trabajando por conquistar mis anhelos mas profundos y especialmente buscar el realizar hacer tu voluntad.  A esta hora confieso mi fe en ti, en tus promesas de vida y bendición,  que en este momento y mañana  seguirán cambiando mi ser y mi entorno. Me voy al descanso pidiéndote que tus brazos de Padre y Madre tiernos y bondadosos,  me transmitan tu calor y seguridad, para levantarme mañana sin miedo de seguir luchando y dando lo mejor. Amén.         

 

 

CUMPLEAÑOS  AGOSTO

2. Valentina Suavita

4. Catalina Fonseca y Julio  Rodríguez

5. Carmen Bejarano y Camilo  Ramírez

7. Dominga Téllez y Fanny Vásquez

8. Luz Dary Piza

21. Emilse Roa y Héctor Buitrago

22. Francisco Henao

25. Silvia González

28. Miriam Riveros

31. Teresa Quiñones

 

Viernes 01 de Agosto de 2025

 

“DIOS NOS OTORGA SUS DONES”

 

PRIMERA LECTURA

LEVÍTICO 23,1.4-11.15-16.27.34b-37

 

“En las festividades del Señor os reuniréis en asamblea litúrgica”

 

El Señor habló a Moisés: "Estas son las festividades del Señor, las asambleas litúrgicas que convocaréis a su debido tiempo. El día catorce del primer mes, al atardecer, es la Pascua del Señor. El día quince del mismo mes es la fiesta de los panes ázimos, dedicada al Señor. Comeréis panes ázimos durante siete días. El primer día, os reuniréis en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno. Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor. Al séptimo, os volveréis a reunir en asamblea litúrgica, y no haréis trabajo alguno."

 

El Señor habló a Moisés: "Di a los israelitas: Cuando entréis en la tierra que yo os voy a dar, y seguéis la mies, la primera gavilla se la llevaréis al sacerdote. Éste la agitará ritualmente en presencia del Señor, para que os sea aceptada; la agitará el sacerdote el día siguiente al sábado. Pasadas siete semanas completas, a contar desde el día siguiente al sábado, día en que lleváis la gavilla para la agitación ritual, hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, haréis una nueva ofrenda al Señor. El día diez del séptimo mes es el Día de la expiación. Os reuniréis en asamblea litúrgica, haréis penitencia y ofreceréis una oblación al Señor. El día quince del séptimo mes comienza la Fiesta de las tiendas, dedicada al Señor; y dura siete días. El día primero os reuniréis en asamblea litúrgica. No haréis trabajo alguno. Los siete días ofreceréis oblaciones al Señor. Al octavo, volveréis a reuniros en asamblea litúrgica y a ofrecer una oblación al Señor. Es día de reunión religiosa solemne. No haréis trabajo alguno. Éstas son las festividades del Señor en las que os reuniréis en asamblea litúrgica, y ofreceréis al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponde a cada día." Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Recordamos seguramente que cuando Moisés se presentó ante faraón estaba encargado de decirle que los hebreos tenían que celebrar a Dios en el desierto. Como el rey egipcio no los dejó partir, finalmente el brazo poderoso del Señor arrancó a Israel de aquellas garras egipcias que tanto sabían de trabajo y tan poco de fiesta.

 

Porque hay que saber que hay orden de trabajar, pero también la fiesta es un mandato. El que no sabe alegrarse, el que no sabe compartir, el que no sabe agradecer, el que no sabe celebrar, ¿conocerá algo del Dios que da la vida, la libertad y la alegría?. Nadie espera, entonces, que la Iglesia enseña cómo divertirse, cómo celebrar, cómo descansar. Y la Iglesia misma, a veces, ni se lo cree; ¡pero es su deber! La verdad es que sin fiesta la vida es esclavitud, el tiempo es cadena, todo pan es sueldo y toda sonrisa una compra. Hoy esta primera lectura nos invita a tener un tiempo para parar, descansar,  alegrarnos, para celebrar y agradecer al Señor.

 

 

SALMO RESPONSORIAL: 80

R. / Aclamad a Dios, nuestra fuerza.

 

Acompañad, tocad los panderos,

las cítaras templadas y las arpas;

tocad la trompeta por la luna nueva,

por la luna llena, que es nuestra fiesta. R.

 

Porque es una ley de Israel,

un precepto del Dios de Jacob,

una norma establecida para José

al salir de Egipto. R.

 

"No tendrás un dios extraño,

no adorarás un dios extranjero;

yo soy el Señor, Dios tuyo,

que te saqué del país de Egipto." R.

 

OREMOS CON EL SALMO

El salmista invita al pueblo a celebrar una fiesta y a recordar las lecciones de la historia, para poder obtener las bendiciones de Dios. La fiesta cristiana también es un recuerdo de la historia de liberación y una constante invitación a ser fieles a Dios.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 13,54-58

 

“¿No es el hijo del carpintero? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?”

 

En aquel tiempo, fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: "¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?" Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo: "Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta." Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Jesús no fue el primer profeta en ser rechazado por sus compatriotas. Jeremías experimentó el rechazo de su pueblo natal y aún de su propia familia. Los residentes del pueblo donde Jesús creció lo conocían desde niño y habían estado relacionados con su familia. No podían creer su mensaje, no era posible que la salvación viniera desde un hombre con las manos encallecidas por su trabajo. Estaban ciegos. Jesús había ido a ellos como profeta, pero los profetas demandaban una respuesta a una verdad impopular. No prestaron atención al mensaje eterno porque no podían ver más allá del hombre demasiado familiar. Seguían preguntando por el hijo del carpintero porque su desconfianza nos les daba para comprender que Jesús era el Hijo de Dios. La actitud de los nazarenos simboliza la incredulidad de Israel frente a Jesús, y la sinagoga representa su ceguera religiosa. La incredulidad ciega a las personas a la verdad y hurta sus esperanzas. Este pueblo perdió al Mesías. – Bien vale preguntarnos: ¿Cuál es la medida de nuestra fe? ¿Estamos dejando de vivir los valores del Reino por culpa de nuestra incredulidad? Fortalezcamos nuestra fe. Dios podrá obrar en nuestras vidas si abrimos las puertas de nuestro corazón.

 

ORACIÓN

Señor, Tú como un Padre proveedor nos concedes los frutos materiales y espirituales que  necesitamos, por eso hoy también reconocemos tus dones y queremos acogerte y valorar todo lo que haces  sobre nuestra vida, en el mundo y en todo lo creado. Con gratitud y alegría en comunidad celebramos como tus discípulos(as), amigos(as) e hijos(as), tu gran amor. Amén

 

“Dios infunde ánimo nuevo y renovado para caminar como discípulos(as)”

Sábado 02 de Agosto de 2025

 

 “LA VIDA DE LOS JUSTOS ESTÁ EN LAS MANOS DE DIOS”

 

PRIMERA LECTURA

LEVÍTICO 25,1.8-17

 

“El año jubilar cada uno recobrará su propiedad”

 

El Señor habló a Moisés en el monte Sinaí: "Haz el cómputo de siete semanas de años, siete por siete, o sea cuarenta y nueve años. A toque de trompeta darás un bando por todo el país, el día diez del séptimo mes. El día de la expiación haréis resonar la trompeta por todo vuestro país. Santificaréis el año cincuenta y promulgaréis manumisión en el país para todos sus moradores. Celebraréis jubileo; cada uno recobrará su propiedad, y retornará a su familia. El año cincuenta es para vosotros jubilar; no sembraréis ni segaréis el grano de ricio ni cortaréis las uvas de cepas bordes. Porque es jubileo; lo considerarás sagrado. Comeréis de la cosecha de vuestros campos. En este año jubilar cada uno recobrará su propiedad. Cuando realices operaciones de compra y venta con alguien de tu pueblo, no lo perjudiques. Lo que compres a uno de tu pueblo se tasará según el número de años transcurridos después del jubileo. Él a su vez te lo cobrará según el número de cosechas anuales: cuantos más años falten, más alto será el precio; cuantos menos, menor será el precio. Porque él te cobra según el número de cosechas. Nadie perjudicará a uno de su pueblo. Teme a tu Dios. Yo soy el Señor, vuestro Dios."  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

La primera lectura, del Levítico, que leemos hoy nos hace referencia a “El año de gracia del Señor”, se refiere al año jubilar, al año de remisión de todas las deudas, en sentido universalista, para todos. Nos cuenta una legislación un poco extraña; cada cincuenta años la gente volvía a su tierra original. Cuando llegó Josué con los Israelitas, a la tierra prometida, el Señor asignó las tierras a las distintas tribus, pero luego el movimiento del comercio, las necesidades, los problemas y las vicisitudes, las estrecheces, hacían que algunas personas tuvieran que vender sus tierras e incluso que tuvieran que venderse a sí mismos como esclavos. El Señor había decretado, según escuchamos en el Libro Levítico que cada cincuenta años las cosas tenían que volver a su forma original, el que había comprado una tierra, la devolvía al que la había vendido y todos se devolvían todas las cosas, de manera que se volvía, con esa legislación, se volvía a la repartición original de las tierras. Las tierras volvían a la familia, se condonaban las deudas, los esclavos son liberados, incluso el campo, la tierra descansa durante ese año.

 

El jubileo tenía para los judíos, un sentido religioso, de culto a Dios, pero también de carácter social, de justicia igualitaria que contribuye a que las propiedades no se vayan acumulando en unas pocas manos y todos tengan con que vivir.

¿Conocen ustedes un modelo de organización social que cuide más la equidad o que ame más a los pobres que este texto maravilloso que leemos en esta primera lectura de hoy? ¿Hay una utopía más grande o más bella, que declarar el destino universal de la tierra, de modo que nadie considere tan suyo lo propio como para llegar a la opresión, la explotación o la injusticia con su hermano?

¿Alguien ha buscado con más ardor el bien de todos, la solidaridad, la propiedad compartida, sin lastimar a nadie, o se ha preocupado así por cuidar de todos, como lo hace Dios, hoy en su palabra de Levítico? El Reino de Dios empieza allí, donde se comparte, donde se vive la solidaridad, en el amor, cuando el corazón del hombre se abre al pensamiento de que todos somos iguales, de que las diferencias entre los seres humanos son contrarias a la voluntad de Dios. Y a partir de allí se encuentran fuerzas para luchar por un mundo justo y libre. Bendita esta maravillosa enseñanza que viene de los cielos.

 

SALMO RESPONSORIAL: 66

R. / Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.

 

El Señor tenga piedad y nos bendiga,

ilumine su rostro sobre nosotros;

conozca la tierra tus caminos,

todos los pueblos tu salvación. R.

 

Que canten de alegría las naciones,

porque riges el mundo con justicia,

riges los pueblos con rectitud

y gobiernas las naciones de la tierra. R.

 

La tierra ha dado su fruto,

nos bendice el Señor, nuestro Dios.

Que Dios nos bendiga; que le teman

 hasta los confines del orbe. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

En esta hermosa oración, compuesta para celebrar la recolección de las cosechas,  la comunidad agradece al Señor los frutos de la tierra.  Además, le suplica que renueve constantemente sus bendiciones, a fin de que todos los pueblos reconozcan en el Dios de Israel al único Dios.

 

LECTURA DEL EVANGELIO

MATEO 14,1-12

 

“Herodes mandó decapitar a Juan, y sus discípulos fueron a contárselo a Jesús”

 

En aquel tiempo, oyó el virrey Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus ayudantes: "Ése es Juan Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso los poderes actúan en él." Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le estaba permitido vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes que juró darle lo que pidiera. Ella, instigada por su madre, le dijo: "Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan Bautista." El rey lo sintió; pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel. Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre. Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

El episodio del día de hoy tiene un significado desde la totalidad del evangelio de Mateo. Tras la expulsión de Jesús de Nazaret se produce otra señal del futuro: La muerte del precursor, Juan el Bautista. La denuncia que hace Juan es que juzgaba que Herodes había pecado al casarse con la mujer de su hermano, mientras éste aún vivía, cometiendo por tanto adulterio e incesto. Pero este no fue el motivo fundamental para asesinar; la causa es de origen político: La influencia del Bautista era tal en medio del pueblo que el emperador de Roma temía una rebelión. Juan era la conciencia crítica de la Antigua Alianza ante un poder político corrupto. Él era, desde el desierto, la voz de los que no tenían voz, pero, como todos los auténticos profetas, resultó ser un estorbo para la institución totalitaria. En definitiva, en el contexto del evangelio, la muerte violenta, injusta, de Juan prefigura la muerte de Jesús en la cruz. Juan el Bautista, el más grande de los profetas, es el precursor de Jesús también en el sufrimiento.

 

ORACIÓN

Señor, desde la antigüedad  hasta hoy en nuestra realidad, han existido sistemas injustos, donde se irrespeta la vida, prevalece el deseo de poder y riqueza, donde se pasa por encima de los derechos de los demás, como profeta Juan el Bautista habla con valentía, sabe denunciar las injusticias, el pecado y llama a la conversión. Ayúdanos hoy a seguir su ejemplo, a  desarrollar estrategias de justicia, solidaridad  y equidad tanto con las personas como con la tierra; nos ponernos en tus manos, fortalécenos y ayúdanos a obrar basados en tu amor y bajo tu guía. Oramos, damos gracias y bendecimos la vida de Valentina Suavita  en su cumpleaños. Amén

 

“Oremos porque jueces y gobernantes procedan en defensa de la vida y la dignidad de las personas”

Domingo 03 de Agosto de 2025

 


“COMPARTIR LOS BIENES MATERIALES PARA ALCANZAR LOS ETERNOS”

 

PRIMERA LECTURA

ECLESIASTÉS 1, 2; 2, 21-23

 

“¿Qué saca el hombre de todos los trabajos?”

 

¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave desgracia.  Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol? De día su tarea es sufrir y penar, de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.  Palabra de Dios.

 

REFLEXIÓN

Podríamos calificar de contestatario al autor del Eclesiastés, el sabio Qohélet, el cual hoy  nos desconcierta, es una voz escéptica y crítica: “¿Qué provecho saca el hombre de todos los afanes que persigue bajo el sol?” (1,3) y su respuesta: vanidad de vanidades (se puede traducir también por vaciedad, sin sentido...) todo es vanidad. ¿Cómo se nos propone a los cristianos este libro, como Palabra de Dios, con esa respuesta tan materialista, tan poco optimista...?

                                           

El autor recorre a lo largo de su libro todas las esferas del ámbito humano: trabajo, riqueza, dolor, alegría, decepciones, religión, justicia, sabiduría, ignorancia, el tiempo, la muerte... buscando respuesta a su pregunta. Hagamos lo que hagamos en nuestra vida, al final el destino es el mismo para todos los hombres: la muerte, ¿la nada? El libro del Eclesiastés, en la lectura de hoy podemos decir que tiene un sabor "existencialista," si queremos usar esa expresión. De fondo, el tema permanente es que la vida requiere renuncias, esfuerzos, padecimientos, y por ello es inevitable preguntarse, en el lenguaje que sea, si eso, si todo eso, merece la pena. La respuesta de la primera lectura es que no; la respuesta del evangelio de hoy es que se engañan los que piensan que una gran abundancia es compensación justa a un largo esfuerzo.

Nosotros, lo mismo que los hombres del siglo I o del siglo XIII, nos preguntamos a nuestra propia manera por el sentido de la vida. El joven que anda aburrido a pesar de que parece tenerlo todo y vivir en un país próspero, la madre de familia que un día se ve hastiada de su rutina y ve con pavor que la amargura se le entra en el alma, el profesor que no sabe si ha valido la pena su vida de esfuerzos y desvelos, el abuelo que se queda mirando el horizonte, esperando la visita que nunca llega... Todos ellos, en su propio modo, están preguntándose si ha valido la pena lo que han sufrido y soñado. Es una pregunta que sencillamente no podemos esquivar; para huir de ella tendríamos que huir de nosotros mismos.

No está mal que Qohélet nos recuerde el sabor de las cosas sencillas, el disfrute de las cosas ordinarias, que también son don de Dios, en esto nos conectaría muy bien con la mentalidad presentista; “Aprovecha el día a día”... No hace falta que hagamos un esfuerzo grandísimo en salir de esta realidad temporal para encontrar a Dios. Él es compañero cercano de todo lo que vivimos. Nos lo dice la fe. La vida tiene sentido porque somos personas humanas, no animalitos, y en nuestros genes llevamos escrita esa búsqueda de sentido, porque estamos hechos “a imagen y semejanza de Dios”, un Dios creador, que se mueve, que sale de sí, que inventa, que busca, que nos da nuevas esperanzas.

 

SALMO RESPONSORIAL: 89

R. / Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación.

 

Tú reduces el hombre a polvo, diciendo:

"Retornad, hijos de Adán."

Mil años en tu presencia son un ayer,

que pasó; una vela nocturna. R.

 

Los siembras año por año,

como hierba que se renueva:

que florece y se renueva por la mañana,

y por la tarde la siegan y se seca. R.

 

Enséñanos a calcular nuestros años,

para que adquiramos un corazón sensato.

Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?

Ten compasión de tus siervos. R.

 

Por la mañana sácianos de tu misericordia,

y toda nuestra vida será alegría y júbilo.

Baje a nosotros la bondad del Señor

y haga prósperas las obras de nuestras manos. R.

 

OREMOS CON EL SALMO

En los momentos de aflicción, el ser humano se da mejor cuenta de su pequeñez. No tiene nadie más en quien confiar sino en Dios. La vida presente es pasajera. Pero el amor de Dios va más allá de la muerte. La garantía de nuestra esperanza es Jesucristo, el que se entregó sin medida.     

 

SEGUNDA LECTURA

COLOSENSES 3, 1-5. 9-11

 

“Buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo”

 

Hermanos: Ya que habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis, juntamente con él, en gloria. En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría. No sigáis engañándoos unos a otros. Despojaos del hombre viejo, con sus obras, y revestíos del nuevo, que se va renovando como imagen de su Creador, hasta llegar a conocerlo. En este orden nuevo no hay distinción entre judíos y gentiles, circuncisos e incircuncisos, bárbaros y escitas, esclavos y libres, porque Cristo es la síntesis de todo y está en todos. Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

Pablo en su mensaje a la comunidad de Colosas, da una gran cátedra de lo que es la práctica cristiana. Quien está revestido de Cristo es un ser humano nuevo; por tanto, no puede permitir que las viejas prácticas de la injusticia, de la mentira y el egoísmo, que Pablo simboliza como cosas de la tierra, primen en su vida y especialmente en las relaciones de la comunidad. Debemos ser mujeres y hombres de cielo, es decir, revestirnos de la verdad, la misericordia, y sobre todo, del reconocimiento y respeto a la diversidad y la diferencia. Pablo lo entendió bien cuando insiste en que, por ser cristianos, pertenecemos a Cristo resucitado y nuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Por eso, hemos de “buscar los bienes de arriba y   poner todo el corazón en los bienes y proyectos del cielo”. Los bienes y riquezas de la tierra son fugaces, temporales y perecederos; en cambio los bienes del cielo son firmes y permanentes. Los bienes y la tierra nos empobrecen cuando nos esclavizan; en cambio los bienes del cielo nos enriquecen liberándonos cuando nos abren a lo nuevo, que es una vida de amor, solidaridad y servicio.  

 

LECTURA DEL EVANGELIO

LUCAS 12, 13-21

 

“Lo que has acumulado, ¿de quién será?”

 

En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?" Y dijo a la gente: "Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes."

Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: ¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida." Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será? " Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios." Palabra del Señor.

 

REFLEXIÓN

 

El texto del evangelio va en la misma línea sapiencial que la 1ª lectura: el ser humano busca sin descanso la alegría y la felicidad, pero en torno a esta búsqueda planean serios peligros. Uno de ellos: poner la felicidad en la acumulación insaciable de bienes, la codicia.  A Jesús, como Maestro, se le acercan dos hermanos en litigio y le suplican que ponga orden entre ellos, que haga justicia. Jesús sabe ponerse en su sitio: él no ha venido al mundo como juez jurídico, legal. Va más allá de lo externo, va a la raíz de los problemas, que están en el corazón del ser humano. Para Él es más importante desenmascarar la codicia que nos domina, que hacer valer los derechos de cada uno. Con lo primero, se conseguirá lo segundo.

Sus palabras son magistrales: “eviten toda clase de codicia, porque aunque uno lo tenga todo, no son sus posesiones las que le dan vida”. Jesús no invita al conformismo. Lo primero es la justicia, querida por Dios, predicada por Jesús: que todos tengan pan, educación, techo... fruto de la comunión, de la solidaridad, nuevo nombre de la justicia, eso es el Reino, la Nueva Humanidad. Pero puede ocurrir que cuando tengamos lo justo, lo que nos corresponde como hijos y hermanos, ambicionemos más. Esta codicia nunca nos permitirá ya descansar. Es muy difícil ya decirse a uno mismo: “Hombre, tienes muchas cosas guardadas para muchos años, descansa, come, bebe, pásalo bien...” normalmente, no hay quien detenga ya el dinamismo de la codicia. Hay que estar alerta. ¿Hasta dónde llegar en la acumulación de bienes?

 

La codicia de unos pocos o de unos muchos impide el desarrollo de los pueblos. En los últimos años, las crisis han acelerado la brecha entre ricos y pobres; tenemos una humanidad  que bate sus records con  la desigualdad mayor de su historia: 85 personas tienen una riqueza equivalente al patrimonio de la mitad pobre de la humanidad.  La palabra de Jesús en el Evangelio de hoy no puede quedar reducida a una consideración de la necesidad personal individual de «no ser avaro o codicioso»... Hoy ha de ser aplicada también a la situación planetaria, a  la estructura económica mundial, de un mundo que sigue y sigue acentuando sus diferencias.  La teología de la liberación tiene muy claro que el pecado –¡y las virtudes!– pueden ser no sólo personales/individuales, sino también sociales, estructurales, es decir es que el mal, el pecado, con frecuencia, toma cuerpo, en las estructuras sociales.  La Utopía, el Mundo nuevo, ¡el Reino de Dios!, como la llamaba Jesús–, no estará realizado cuando esté en todos los corazones (personales, individuales), sino cuando tome cuerpo también en estructuras que lo hagan posible, realizable, verificable.  La respuesta cristiana es «vivir como Jesús»: vivir confiados en las manos del Padre/Madre Dios, buscando el Reino-Utopía como lo  principal. «Lo demás vendrá por añadidura». El verdadero enriquecerse es amasar una única fortuna: la del amor, el favorecimiento de la vida, el descentramiento de sí mismo en favor del centramiento en el amor, las buenas obras con los más pequeños y desfavorecidos (Mt 6,19).

 

ORACIÓN

Señor ayúdanos, por favor, a desprendernos y desacomodarnos de los bienes que por tu misericordia nos regalas y a entender que todo es para la misión que nos encomendaste al enviarnos a la tierra,  que es aprender a vivir un reino diferente al que ha tergiversado el ser humano,  aquel reino basado en la fraternidad, el compartir, el no egoísmo y el amistarse contigo Dios de amor, para así volver a Tí. Amén

 

 

“Que la mayor riqueza que anhelemos sea seguir al Dueño de la vida”